Dolor.
Alegría. Tristeza. Felicidad. Nuevas amistades.
Dinamismo. Energía. Todos estos sentimientos y muchos
más impregnaron el
Encuentro de Lideres
Jóvenes de SOA WATCH que se realizó en
Venezuela, en el mes de julio, y donde tuve el
privilegio de participar junto a 33 jóvenes líderes de
18 países de las Américas.
Cada
unx de ellxs se encuentran en la primera fila de las
luchas por la justicia y la autodeterminación en sus
comunidades, de pie contra la militarización y el
imperio. A diario están defendiendo a sus comunidades
del envenenamiento causado por las empresas de la
minería multinacionales, pidiendo justicia para sus
familiares desaparecidos, enjuiciando a los militares
responsables de violaciones de derechos humanos,
exigiendo respeto a la autonomía indígena, organizando
contra las deportaciones y las muertes en la frontera de
EEUU y México, y construyendo alternativas al saqueo
corporativo y la militarización de nuestro hemisferio.
Nos reunimos para compartir luchas, estrategias y sueños
para la construcción de un mundo donde todas las
personas tengan el derecho a la justicia y la
autodeterminación.
Compartimos realidades de dolor y resistencia, amigos
asesinados, comunidades atacadas por defenderse ante la
imposición de empresas, de familias desplazadas por los
conflictos armados y cuerpos humanos hallados en el
desierto de Arizona, EEUU.
Igual compartimos
historias de esperanza y la autonomía, de la
construcción de soberanía alimentaria y la
autodeterminación de pueblos y países. Esta discusión se
complementó al final del Encuentro con un visita muy
esperada a la comunidad de un participante venezolano,
donde fuimos testigos de que es posible construir otro
mundo, comunidad por comunidad, país por país.
Lee una reflexión de uno de
los participantes aquí...
El
tema del Encuentro fue "Enraizado
en Resistencia, Sembrando Soberanía." Como
parte del Encuentro, el grupo publicó una
nota de prensa, notando que "Los
grandes ejes de las luchas en los países del continente
se ven reflejados en la intervención militar, policial y
política que han sostenido las dictaduras y gobiernos
autoritarios de Latinoamérica- entre ellos los últimos
golpes de estado propiciados en Venezuela, Paraguay y
Honduras; la violación de derechos humanos - como las
desapariciones forzadas, torturas, encarcelamiento, las
luchas socioambientales estrechamente ligadas a las
actividades e industrias extractivas – como la minería,
hidroeléctricas".
Al concluir el Encuentro, los jóvenes emitieron un pronunciamiento de
análisis de la realidad actual de nuestro hemisferio,
que empieza así:
"Durante las últimas décadas, en nuestra América se
viene reconfigurado las fuerzas políticas que componen
el continente con la aparición de varios gobiernos de
carácter progresista, espacios de integración regional -
UNASUR, ALBA, MERCOSUR, CELAC - y la rearticulación de
los movimientos populares que se presentan como una
alternativa frente a la hegemonía del imperialismo
norteamericano".
"Las respuestas a esta disputa por el control del
territorio presenta varios niveles de injerencia que van
desde la intervención militar hasta acciones
planificadas con el fin de resguardar los privilegios de
las clases dominantes que se sostienen en el poder
imponiendo el sistema capitalista, en su fase
neoliberal".
"Es
así que en América operan aproximadamente 76 bases
militares estadounidenses. La militarización se viene
expresando a través de ejercicios conjuntos y cursos de
adiestramiento para las fuerzas armadas y
fundamentalmente policiales de nuestros países, además
de reuniones continentales de altos mandos que entre
otros se traducen en políticas represivas y de
criminalización a dirigentes y luchador@s populares,
personas indocumentadas, pueblos indígenas y negros,
comunidades campesinas y el campo popular en su
conjunto...".
El
pronunciamiento -- que
se puede leer aqui -- concluye con palabras
de esperanza y compromiso de todxs los participantes:
"Nosotras y nosotros, reafirmamos nuestra convicción por
la construcción de un continente libre y soberano, en
armonía con la madre tierra, donde los pueblos
orientemos el rumbo de nuestros pasos liberados del
imperialismo, el capitalismo, la violencia, la
injusticia, la explotación, la opresión, la
discriminación, el racismo y el patriarcado.
Conocedores de nuestra responsabilidad histórica,
llamamos a l@s jóvenes a organizarse y continuar con la
lucha por una vida digna, con justicia social para todas
y todos”.