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Enraizados en Resistencia Sembrando Soberan�a

  "Y debe ser nuestra la libertad, porque la libertad nos ha constado muchos sacrificios conquistarla; y deber ser nuestra y plena la soberan�a, porque la soberan�a la ha venido luchando nuestro pueblo desde hace un siglo; y ha de ser nuestra la riqueza de nuestra tierra y el fruto de nuestro trabajo, porque por eso se ha tenido que sacrificar mucho nuestro pueblo�� Fidel Castro, primera declaraci�n de la Habana, 2 Sep 1960 

Encuentro de esperanzas y sue�os de patria grande de j�venes de 18 pa�ses en Venezuela.

  

Algunas l�neas desde Colombia: 

Cruzar la frontera entre dos pa�ses hermanados por la historia com�n y el legado cultural deber�a ser algo casual; sin embargo de C�cuta hacia San Crist�bal se empiezan a percibir los cambios. Cambiar pesos a Bol�vares hace sentir lo caro de la vida cotidiana en Colombia. En San Crist�bal puedes comer muy bien (sancocho de pescado,  cervezas, postre y propina) con el equivalente a 2 mil pesos Colombianos. El transporte de 10 horas de viaje de  San Crist�bal a Barquisimeto cuesta 200 Bol�vares (como 8mil pesos) en buses de dos pisos que en Colombia apenas en 2014 compr� Bolivariano. Las carreteras son dobles calzadas de  3 y 4 carriles en muy buen estado que permiten un viaje sereno  que permite contemplar el panorama lleno de paisajes coloridos, boscosos y biodiversos muy distintos a los deforestados suelos de la tierra en homejanaje a Colon. 

Barquisimeto una ciudad de m�s de  1 mill�n de habitantes se muestra muy comercial; llena de bodegas grandes y de tractocamiones circundando las calles permanentemente. Se siente el olor a gasolina quemada en el ambiente que no es agradable. Las venezolanas muy amorosas con su dulce voz y su evidente fortaleza comparten con el desconocido; las frutas abundan en la calle, coloridas afloran mandarinas, manzanas, mangos, bananas; no veo indigencia en un centro desordenado lleno de la arquitectura �moderna� le�se cuadrada  y sin gracia,  como suelen ser los centros de muchas de las ciudades del Sur.

La plaza de Bol�var, muestra a un h�roe imponente en su caballo, rodeado de bellos �rboles bien cuidados que invitan a disfrutar del espacio p�blico circundado por el arte-mural en las calles en homenaje a la libertad, la independencia, la dignidad, que desde el cruce en C�cuta aparecen de esquina en esquina y de cuando en cuando en esta patria hermana, celebrando la heroica haza�a de Simon y el pueblo libertario que lo acompa�o. Recuerdo la plaza de Bogot� que muestra un Bol�var triste, derrotado, taciturno.

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En la madrugada de este segundo d�a en tierras Venezolanas llegaron por nosotros dos busetas con j�venes de nuestra Am�rica, de nuestra  Abya Yala. Arribamos a la zona rural de Sanare, en el estado de Lara. La casa de Lisa y Maia es un homenaje al trabajo campesino y as� nos la presentan, como un resultado de muchas manos juntas;  las paredes en bareque evocaron el pasado de los abuelos en sus casas de doscientos a�os. Aposentos serenos con olor a tierra se entremezclaron con los primeros di�logos con la diversidad de nuestros pueblos; empezaron a aflorar los acentos caribe�os, serranos y coste�os de Nicaraga, Honduras, Guatemala que se mezclaron con los de Barranquilla y los del sur  con Brasil, Argentina y Chile. Nos esperaba una semana de compartir esperanzas, sue�os de futuro y debate. 

Venezuela es la tierra del viento y �la fumarola� monta�a sagrada hija de volcanes, inspiradora del ritual de los Tamunanguis, afloraba como primera impresi�n de este encuentro. Rug�a desde la ma�ana el sonido del viento y con su cantar fuimos conoci�ndonos. J�venes de 18 pa�ses invitados por SOA Watch, el observatorio para el cierre de la Escuela de las Am�ricas  (Hoy Western Hemisphere Institute for Security Cooperation - WHINSEC)  y una red de norteamericanos de origen o coraz�n latino nos invitaron a Enraizarnos en Resistencia y a Sembrar Soberan�a.


Hace 4 a�os hubo un primer encuentro y este camino con la fortaleza de 4 bellas almas inspiradas y comprometidas en crear un movimiento contra el imperialismo solidario e internacionalista que con arduo trabajo permitieron encontrarnos; empezamos por presentarnos haciendo visibles nuestra esperanza de afianzar lazos desde lo cotidiano para construir miradas complejas y formas creativas para afrontar los desaf�os de vivir en el hoy por hoy continente esperanza; esperanza en disputa con el capitalismo que ve econom�as �emergentes� sustentadas en el aumento de rentas sumado a econom�as para la �extracci�n� a gran escala de recursos naturales, mano de obra barata y una capacidad de consumo interno cada vez m�s acelerada lo que permite que los excedentes del norte se vengan pal sur. Por su parte estas tierras de esperanzas, dejaron ver en el dialogo de 18 patrias como codo a codo van juntas por volver dar sentido a palabras como la autonom�a, la soberan�a, la independencia, la afirmaci�n de las diferencias, la defensa de las biodiversidades, la de los pueblos ind�genas, negros, campesinos, inmigrantes, LGTBI, de las tribus urbanas y m�s�

 

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Desde el sur, Francisco de CHILE  lograba hacer visible el rescate de la herencia de resistencia del pueblo Mapuche para construir la respuesta de los estudiantes a la privatizaci�n acelerada de lo p�blico, en un pa�s que entro al neoliberalismo con la dictadura de Pinochet auspiciada por los gringos y orquestada en la Escuela de las Am�ricas; se notaba la b�squeda por la memoria negada que con nostalgia compart�a con Carlos de ARGENTINA, Laura de PARAGUAY, quienes mirando hacia atr�s para labrar futuro, con valent�a narraban la importancia de mantener viva la historia de las dictaduras militares, sus resistencias y sus v�ctimas.

 

En BRASIL Joseh se describe as� mismo como un sobreviviente de las favelas consumidas en la violencia juvenil de un pa�s sin oportunidades para la vida digna de las mayorias, siendo la 5ta econom�a del mundo; un Brasil que se piensa a si misma sin estar al tanto del resto del continente y con mas de 230 millones de habitantes da luces sobre el  modelo econ�mico de exportaci�n, que promueve el consumismo sin permit�rselo al pueblo. Joseh hablaba del uso de la justicia restaurativa (filosof�a y metodolog�a que se usa como alternativa a leyes punitivas) en los barrios una forma de superar conflictos desde las mismas comunidades sin ir a la ley, profundamente institucional, profundamente corrupta.

 

El compa�ero de ECUADOR no pudo acompa�arnos y lamentamos su ausencia dado los asombrosos cambios que desde afuera se ven de este peque�o pa�s de 14 millones  de habitantes y catalogado por las revistas econ�micas como del milagro de SurAm�rica por la apuesta por una econom�a fuerte con inversiones del estado a gran escala aun en medio de la dolarizaci�n; sede de la UNASUR, promotor de los intercambios con el Sucre, impulsora del ALBA y de las relaciones bilaterales SURSUR;  Adolfo, el m�s joven de nosotr@s hijo del declarado Estado Plurinacional de BOLIVIA con su voz serena y cuidadosa de la palabra, evocaba la bandera de los 7 colores, la UIPALA, declarando como se estaba formando en su tierra un pensamiento que rescate la fuerza de la tradici�n de los pueblos originarios de nuestra Abya Yala.

 

Romina de PER� sorprend�a en la rigurosidad de sus afirmaciones al sugerir como espejo a su amado pa�s como ejemplo del extractivismo y con firmeza al describir las alianzas de los j�venes y de las organizaciones civiles para apoyar con  fuerza de las Ligas Campesinas y hacer frente al a la miner�a  gran escala herencia hist�rica del territorio INCA que en la Colonia con sus Potosis financio el posterior desarrollo industrial de la Europa Occidental.

 

Inti, Diego, Blas, Andr�s y Yania de COLOMBIA declaraban la fuerza de los pueblos colombianos que en medio de la historia de los mas 500 a�os de guerra, que en los �ltimos 60 a�os hiere la patria con el conflicto pol�tico, social y armado,   han logrado llenar de colores de esperanza el anhelo de vivir en paz; reiteraron la fuerza de ser negros, ind�genas, campesinos, mestizos con el anhelo de volver a la tierra en medio de los desaf�o de habitar grandes ciudades sumidas en la desconfianza cotidiana.

 

En VENEZUELA Maia, Cristina, Virginia, Alba y Sandino, hablaban con firmeza de Bol�var, de Ch�vez, de la esperanza para Am�rica que estaban construyendo y que se dejaban  sentir junto con los procesos  campesinos agroecol�gicos de Montecarmelo y el dialogo con los trabajadores y obrer@s de la Revoluci�n Bolivariana y sus grandes desaf�os de 14 a�os de camino al socialismo. Sorprend�a ver como en las pasadas elecciones m�s del 97% de la poblaci�n vot�, reafirmando la democracia y la capacidad del voto nunca antes vista. En la semana del encuentro se realizaban las votaciones internas del PSUV � Partido Socialista Unido de Venezuela y desde los m�s j�venes hasta abuelas como la hist�rica Gaud� (mujer campesina quien logro una escuela para su vereda, pasando por ser profesora, directora y promotora de las asociaciones campesinas) apresurad@s se desplazaban los puestos de votaci�n. Ch�vez nos ense�o a votar, declaraban al creer y defender la fuerza del voto democr�tico. 

Jonatan de PANAM� hacia visible su gallard�a, su valent�a y su gusto por la geograf�a. Caminante intr�pido recordaba los diarios del CHE recorriendo su amada Centroam�rica, siempre dispuesto a servir, al lado y con los ind�genas y haciendo de las comunicaciones su principal herramienta recorr�a las trochas de la defensa de la madre tierra mientras al tiempo se declaraba admirador de los TICOS (costarricenses) quienes en las pasadas elecciones presidenciales daban un voto por el cambio. Panam� un pueblo de 3.5 millones de habitantes sent�a los dolores y herencia de la invasi�n Yanqui y el pensamiento pro-capital heredado de la historia asociada al canal interoce�nico.


En el caribe
Toussaint  (todos santos, como el mismo nos cont�) del primer pueblo negro libre, el glorioso HAIT� de Peti�n, pueblo libertario primer inspirador de un continente libre y soberano sin el yugo del imperialismo, promotor de Bol�var y escuela de su pensamiento libertario, haciendo un esfuerzo grande por comunicarse v�a Mar�a Luisa Guatemalteca que amorosamente traduc�a del franc�s nos remit�a a sentir lo dif�cil de vivir un pa�s ocupado, que en 2004 vivi� un golpe de Estado, apenas rese�ado por la prensa internacional; En la palabra de Toussaint se sent�a el hast�o de su cotidianidad atravesada por el yugo de los intereses extranjeros que hasta con la excusa de la ayuda humanitaria para atender el devastador terremoto, como se denuncio con la corrupci�n de  la ONU, sufr�a los estragos de la incapacidad de la autodeterminaci�n.

 

Al otro extremo de la isla mal llamada la Espa�ola, Geny de REP�BLICA DOMINICANA enunciaba con su contundente voz de mujer militante por la vida, disciplinada para la revoluci�n y con la bandera de la dignidad empu�ada, bellamente lograban enunciar la apuesta continental por superar el imperialismo yanqui presente en la historia de su pueblo en oleadas intervencionistas permanentes ; el compa�ero de CUBA no logro llegar el encuentro pero la vos caribe�a de su revoluci�n acompa�� constantemente las jornadas de debate, de dialogo de risas, de baile. Cuba desde 1959 ha venido construyendo esperanza de vida en paz en este continente. Mientras eran cotidianas las desapariciones, las masacres, la destrucci�n a las autonom�as, la persecuci�n pol�tica, el hambre a gran escala, la guerra y la destrucci�n de los ecosistemas,  en el resto de nuestras patrias, la �Llave de Am�rica� se constru�an las bases de la esperanza de la vida digna basada en el trabajo arduo.

 

Volviendo a la plataforma continental HONDURAS contaba  dos historias del mismo mal. La intervenci�n Norteam�rica con 14 bases militares en su territorio era evidente. El mismo d�a que estaba en cuesti�n una posible reforma constitucional se produjo el golpe de estado a Zelaya que si bien no era de origen popular, cuestionaba la hist�rica herencia de servilismo a los Estados Unidos; Mario defensor de DDHH y Gaspar joven. ind�gena Lenca discut�an como en el pa�s el famoso Estado  de derecho servia para respaldar el capital transnacional asociado a la construcci�n de hidrol�ctricas y la miner�a. El golpe de Estado reafirmaba el poder�o de los Estados Unidos ante un eventual atisbo de autonom�a. Sin embargo las alianzas entre pueblos resist�an al gigante del norte, Brigitte y Karen de USA y Canad� valientemente entregaban su vida y obra a acompa�ar las justas reivindicaciones del pueblo hondure�o. 

En NICARAGUA, Jos� �ngel con su guitarra y su voz, deleitaba los ambientes formales e informales con su amor Sandinista recordando que la fiesta de nuestra tierra es nuestra mayor conquista. Con dolor dejaba ver el impacto en su familia y su pueblo de la injerencia gringa en su patria y como financi� la �contra� al gobierno democr�tico del Frente Sandinista de Liberaci�n Nacional que hoy d�a de nuevo viene retomando aires  de cambios concretos de autonom�a como pa�s. Jezzell del pueblo ind�gena MISQUITO localizado en la Regi�n Aut�noma de  Nicaraga  de que comparte territorio con �con mestizos, Afro-Nicarag�enses, y otras etnias ind�genas del Atl�ntico y Pacifico hac�a sentir su amor por la madre tierra, el dolor de los �rboles talados, por los cauces desviados para las minas. Por su parte planteaba el debate sobre las autonom�as territoriales en medio de las diferencias de su pueblo con el gobierno de Nicaragua  que hace pensar en la necesidad de hacer permitir que democracia recoja los m�ltiples colores de y formas de ver y sentir el mundo de los pueblos del Abya Yala.  

Ana del SALVADOR inspirada en el santo de Am�rica el hist�rico defensor de la vida Monse�or Romero, vert�a con su palabra y su vos serena la fiesta de la vida que respira despu�s de 20 a�os de postacuerdo y construcci�n del postconflicto que hoy con el FMLN - Frente Farabundo Marti para la Liberaci�n Nacional crean esperanza de justicia social. Pensando en la Colombia y sus desaf�os en este momento de su historia, era inspirador sentir que es posible construir escenarios para el di�logo sin la fuerza de las armas.  

Con GUATEMALA recordamos con tristeza el genocidio a los pueblos hijos del ma�z constante desde hace 500 a�os. La miner�a a gran escala segu�a era la nueva excusa y dejaba d�a a d�a m�rtires; j�venes como Topacio menor de edad, asesinada por la seguridad privada de la empresa minera nos llamaba de nuevo a la violenta realidad �. Sin embargo se amarraba la muerte criminal con la sonrisa de Danilo y  la creatividad  su c�mara fotogr�fica que retrataba la resistencia de los pueblos ind�genas mayas en resistencia al saqueo. La herencia de la dictadura militar otra vez recordaba a la Escuela de las Am�ricas. Mar�a Luisa con nostalgia evoca a su  desaparecido padre, pero con aire libertario con mirada dulce y aguerrida a la vez proyecta con fuerza el amor para construir otros mundos posibles y nos sumergen al grito de esperanza y a la cultura de paz como bandera.  

MEXICO con Paulina y Tania demostraba la creatividad para hacer como sue�o de futuro el rescate de la memoria de aquellos H.I.J.O.S e H.I.J.A.S que como en el cono sur son la herencia de resistencia del sue�o de abuelas y abuelos, padres y madres que con dignidad alzaron la voz contra el delito.  En el tiempo de las globalizaciones la afirmaci�n de lo local es urgente, esperanzadora y cimiento de futuro. La tierra del �Ombligo de la Luna� hoy clama  una alianza ciudadana por la paz ante los rigores de la cultura mafiosa heredada del narcotr�fico, la corrupci�n estatal y la falta de credibilidad de unas instituciones desgastadas y violentas. Sin embargo un pa�s con m�s de 30 millones de ind�genas quiere sacudirse de su historia reciente y estas dos mujeres j�venes de la antigua Tenochtitlan evocan a Zapata y su pensamiento libertario como forma de vivir y desafiar el cotidiano. 

M�s hacia el norte, en los ESTADOS UNIDOS de Latinoam�rica como la llama Lis-Marie con sonrisa guerrera y sus  bellas trenzas Nicarag�enses,  experiment� algo nuevo, el amor por el suelo del �guila calva, el amor no por su herencia de imperio cimentada en la guerra sino, en su apuesta por la diversidad, negada desde el poder pero vivencial codo a codo entre sus pueblos, sus comidas, sus idiomas. Fue emotivo ver la fuerza inspiradora de lucha por los derechos de los migrantes  de Giuliani,  Salvadore�o, de  Irene,  de delineado y bello rostro ind�gena, oriunda de la tierra de los  Mexica, los Mayas, los Wuirrarica, los Huicholes,  y cientos de pueblos originarios del  Abya Yala  junto con Sandra, las hacia defensoras de las vida en la frontera gringa, junto a  Lisa, Brigette de USA y Maria Luisa de Guatemala quienes se enfrentaban en el cotidiano al racismo autoritario de la minor�a anglosajona que niega la diversidad de su origen como Uni�n de Estados.  

Su lucha diversa, risue�a, coqueta, rigorosa y permanente para la afirmaci�n de los derechos de los trabajadores del campo, su valent�a al enfrentar, poniendo su vida en riesgo, la deportaci�n y encarcelamiento de sus hermanos latinos, de sus hermanos de �color� (termino usado en la EEUU que incluye todas la etnias no  anglosajonas) ; su fuerza de ser art�fices de la vigilia anual en contra de la Escuela de las Am�ricas, su sue�o de pa�s contra el imperio desde el mismo imperio como ell@s mismo lo contaban, nos conect� con la fuerza que nos recordaba el Diego desde Colombia sobre el bast�n de mando que recorre este continente, bast�n para la vida, bast�n para la fertilidad, bast�n para elevar la fuerza de nuestros corazones. 

Y al extremo norte, en CANAD� se escuchaba la voz de Karen quien cr�tica de la pol�tica de su gobierno, denunciaba la ingerencia del pa�s que la vio nacer en la extracci�n acelerada de recursos naturales especialmente de las empresas mineras que se quieren apropiar y destruir la tierra del Abya Yala. Sus reflexiones como caminante entre su patria y Centroam�rica la hac�an diversa, amante de la resistencia de los pueblos ind�genas de Honduras y declaraba la decisi�n de dar su vida en servicio al desconocido. 

Venezuela evoca su pasado reciente, el de apenas 200 a�os para proclamar con Ch�vez una segunda y definitiva independencia. En Caracas el debate p�blico sobre el futuro de pa�s se hace vivo entre los opositores sifrinos al gobierno, la cr�tica a los que se esta viviendo y el compromiso de millones por defender su revoluci�n en medio de las apuestas por construir instituciones fuertes y leg�timas y de pensar m�s all� de sus fronteras. Venezuela junto con los aires de cambio en Bolivia, Ecuador, Nicaraga, El Salvador y Argentina demuestran que es posible so�ar con transformaciones a la escala de la dignidad de nuestros pueblos; sue�os grandes, emotivos, amorosos, intensos y coloridos. Venezuela vio caminar por una semana la fuerza de j�venes de  pa�ses comprometidos con seguir so�ando.  

Venezuela fue anfitriona de un encuentro ba�ado por la m�stica voz de las �chiquitas� mujeres trabajadoras de la tierra de Sanare que con fortaleza demostraban el sentido de su revoluci�n Bolivariana, luchar por crear oportunidades de vida dignas para todas y todos;  del siempre atento y amigo Jes�s, de la m�sica del cuatro y las tamboras, del tamunangue, de la buena y diversa comida que sum� a la m�gica esencia de compartir y reunir un poco de nuestras tierras, del encuentro sincero y sin pretensiones; Venezuela fue testiga y anfitriona  del amor a nuestra casa, que irremediablemente nos evocaba el pasado de aguante de nuestros pueblos. Como hijos e hijas de la esperanza declaramos entre baile, risas, contemplaciones de la luna y su viaje c�smico y la lluvia de estrellas compa�eras en las noches a orillas de la sagrada monta�a de la fumarola que nos comprometemos a caminar con firmeza hacia el porvenir, haciendo como nos dec�a el buen Sandino, lo que debemos hacer, cumpliendo el papel hist�rico que nos corresponde, enraizados en resistencia, sembrando soberan�a.

 

El Achiote.

 

Bakat�, Agosto de 2014

 

 

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