Santiago de Chile - Discurso pronunciado por
Francisca Guti�rrez de la Federaci�n de Estudiantes
de la Universidad Alberto Hurtado en ocasi�n del
homenaje a los padres jesuitas de la UCA, y dos
mujeres, asesinados en El Salvador el 16 de
noviembre de 1989.
La Escuela de las Am�ricas es para salvaguardar los
intereses de los ricos y poderosos
Compa�eras y compa�eros:
Es
mucho lo que podemos decir respecto a lo que
recientemente hemos conversado, sin embargo no
queremos que esto se transforme en una demostraci�n
de melancol�a derrotista, si no que m�s bien
queremos recordar con alegr�a a todos nuestros
compa�eros y compa�eras. Aquellos que lucharon por
un ideal mayor, otro mundo, e incluso aquellos que
estuvieron dispuestos a dar la vida si fuese
necesario. Vencer o morir era la consigna que
llevaban, y aun llevan muchos, en sus pr�cticas
revolucionarias, demostrando su profundo amor al
pueblo.
Ha sido mucha la
sangre del pueblo derramada por parte de quienes,
bajo el alero imperialista, buscaron a toda costa
impedir a los explotados y marginados, a ese pueblo
pobre pero valiente, lograr conseguir el tan ansiado
deseo de una vida digna para todos, en la que la
explotaci�n del hombre por el hombre fuese tan solo
parte de un pasado que con lucha y acci�n
revolucionaria fuera transformado.
En el mismo marco es
en el que actualmente sigue funcionando la
tristemente c�lebre Escuela de las Am�ricas. Que si
bien ha cambiado su nombre al de �Instituto del
Hemisferio Occidental para la Cooperaci�n en
Seguridad�, mantiene el mismo objetivo: preparar los
aparatos represivos de muchos pa�ses de Am�rica
latina para perfeccionar su real cometido, el de
salvaguardar los intereses de los ricos y poderosos
instalados en Nuestra Am�rica.
En Chile aun hace
ruido, entre los que actualmente detentan el poder
econ�mico, pol�tico y militar, la doctrina de
seguridad nacional, buscando, seg�n la l�gica del
�enemigo interno�, a quienes puedan poner en jaque
su r�gimen de explotaci�n y dominaci�n, amparado por
la constituci�n y maquillado con una falsa
democracia que no hace m�s que legitimar el sistema
econ�mico en su forma neoliberal.
En
ese sentido, la Escuela de las Am�ricas, esta
escuela de tortura y muerte, juega un rol primordial
para la perpetuaci�n de las condiciones sociales
existentes hoy.
Chile, es el segundo
pa�s de Latinoam�rica que env�a m�s soldados a
Georgia, donde se ubica hoy la �escuela�. Solo
Colombia supera al Estado de Chile en cuanto al
n�mero de militares enviados a entrenarse para
contener y aplastar las pretensiones del pueblo. Por
otro lado, existen pa�ses como Venezuela, Bolivia,
Ecuador y Nicaragua que han dicho basta a la
formaci�n terrorista otorgada por el Imperio.
Mientras hay pa�ses
que avanzan en v�as de la construcci�n de Estados
libres y soberanos, alej�ndose de las garras del
imperialismo, Estados Unidos comienza una nueva
ofensiva por la recuperaci�n de su antigua hegemon�a
en Am�rica Latina. Ejemplo de aquello es la
instalaci�n de las siete bases estadounidenses en
Colombia, el intento fallido de reactivar las bases
en Ecuador, y como ultimo hito, la reciente
inauguraci�n por parte del embajador estadounidense
en Chile de la base de Conc�n. No podemos permitir
que este pa�s se instale con el �nico fin de
resguardar sus intereses geopol�ticos en Chile y el
resto de Latinoam�rica, formando a sus guardianes
locales en funci�n de sus objetivos estrat�gicos.
En la misma l�gica
con la que act�a Estados unidos en Latinoam�rica, es
que el Estado de Chile, caracterizado actualmente
como un Estado policial, que se encarga de dotar
t�cnica y legalmente su aparato represivo, con el
fin de contener el incipiente movimiento popular que
hoy, de poco, se comienza a reactivar. Ejemplo de
las herramientas que hoy despliega el Estado, se
encuentran la mayor inversi�n en la sofisticaci�n y
preparaci�n de las fuerzas especiales de carabineros
y, por otro lado, la bullada Ley Hinzpeter.
Hoy, igual que ayer,
existen aun muchas situaciones en las cuales se
contin�an violando sistem�ticamente los Derechos
Humanos en Chile. El movimiento estudiantil ha sido
objeto de violencia desmedida, vejaciones e incluso
torturas por parte de los agentes del Estado. Lo
mismo ocurre, y en mayor medida, con el movimiento
de liberaci�n nacional mapuche, con una guerra
declarada desde el Estado a las comunidades en
conflicto. Podemos seguir enumerando situaciones
hasta el cansancio entre tanta represi�n desplegada
contra nuestros pueblos, pero hay algo que siempre
nos va a llenar de optimismo y nos va a nutrir de
convicci�n: la profunda e incansable fuerza del
pueblo, que cada vez que cae o se repliega, luego
surge con mucha m�s intensidad y convicci�n.
La represi�n por
parte de quienes detentan el poder siempre ha
existido, lo mismo ocurre con quienes, disfrazados
de pueblo enarbolan consignas, m�s no la pr�ctica e
intenci�n revolucionaria. Hoy nos seguimos
levantando, continuamos el legado de quienes nos
marcaron el camino y tenemos la necesidad y el deber
de decir basta. Estudiantes, trabajadores,
pobladores y mapuche tenemos hoy el mismo enemigo:
el capitalismo.
No debemos olvidar
que los sacerdotes que hoy recordamos y, por sobre
todo, rescatamos su legado, eran precursores de la
teolog�a de la liberaci�n, siguiendo la senda de
Camilo Torres, el mismo que cay� combatiendo codo a
codo con su pueblo. Al igual que el padre Rafael
Maroto, Pierre Dubois y Andr� Jarlan, llevando a la
practica el verdadero sentido del cristianismo. Por
ning�n motivo vamos a continuar con conmemoraciones
abstractas, apartando a los individuos de su real
acci�n, convicci�n y contenido pol�tico.
Desde la Federaci�n
de Estudiantes de la Universidad Alberto Hurtado,
realizamos un sentido homenaje a quienes cayeron
luchando por la liberaci�n de todos los pueblos y
creemos fervientemente que la �nica forma de
continuar de manera consecuente con su legado, es
seguir luchando.
16 de Noviembre, 2012
