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Obama: Es tiempo de hacer realidad las esperanzas
Este 20 de enero el nuevo Presidente de Estados Unidos será Barack Obama. Las miradas del mundo estarán puestas en él ya que con el mando del ex Presidente George Busch sólo hubo guerras y la continuidad de una política exterior guerrerista y neoliberal que no aporto ningún progreso ni a su país ni menos al mundo.
El saldo de las políticas de Busch fue nada menos que el descrédito de los mismos Estados Unidos llevado a una guerra injusta en Irak, que ha dejado miles de muertos de ambos bandos pero especialmente de civiles que las leyes de guerra dicen que hay que proteger. También la reciente crisis económica en que deja a su país y al mundo en una debacle que todavía no sabemos sus reales dimensiones señala que por ese camino no se puede llegar muy lejos.
Del nuevo Presidente Obama la comunidad de derechos humanos espera mucho, y lo que nos concierne, esperamos que por orden ejecutiva suya cierre la nueva Escuela de las Américas, hoy rebautizada como Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio Occidental.
Consideramos que la apuesta que debería hacer el nuevo Presidente de Estados Unidos debe apuntar por la consolidación de la paz y la justicia a nivel mundial. Martín Luther King, el gran líder negro que luchó por los derechos civiles y políticos de su población, decía que "la paz no es la ausencia de conflictos sino la existencia de justicia". Por eso, y con justa razón, los pueblos de Latinoamérica queremos una nueva relación de respeto y colaboración con el nuevo gobierno de Estados Unidos.
Una nueva relación significa respeto a la soberanía y decisiones de cada pueblo y el término de las intervenciones militares o de espionaje a nuestras naciones. En términos concretos no más instrucción militar ni ideológica por parte de Estados Unidos en la nueva Escuela de la Américas a los soldados de América Latina que sólo ha traído violaciones a los derechos humanos y la promoción de golpes de estados a nuestras naciones. No más bases militares de ningún tipo en nuestros territorios. No más fomento de la carrera armamentista, entre otras muchas medidas que debería tomar para consolidar un mundo más seguro.
Por todo eso, estamos lanzando una campana de firmas para hacerlas llegar al nuevo Presidente Obama. Un paso, que consideramos elemental, para un cambio radical es el cierre de la nueva Escuela de las Américas ya que, como decimos en nuestra carta, "esta academia militar estadounidense ha traído solamente dolor a nuestros pueblos durante lo largo de sus 62 años de existencia. Miles de personas de nuestros pueblos han sido desaparecidas, asesinadas y torturadas por graduados de la Escuela de las Américas".
Lo que suceda de ahora en adelante esperamos que sea para mejor y sin duda deberemos seguir insistiendo para que la nueva autoridad de Estados Unidos nos escuche y cumpla con las esperanzas de cambio que ofreció no sólo a millones de estadounidense sino a todo el mundo que hoy espera mucho del Presidente de Estados Unidos.