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Tocata y  Fuga en Mi Mayor. (Iturriaga Neumann)

Ra�l Iturriaga Neumann se ha convertido en un pr�fugo de la justicia, acusado de un crimen que si cometi�.

Siguiendo la doctrina militar de, S�lvese quien pueda, ch�charos cercanos a �l, lo delataron, apuntaron  y se�alaron en declaraciones judiciales.

El general es ahora un transparente tr�nsfuga que quiz�s se esconde entre las muchedumbres castigadas del Transantiago. Tocata, alharaca y fuga "Mi" mayor.

Aunque resulta obvio que tiene que estar escondido en alg�n lugar bien, protegido, amparado y lactado por alg�n rico benefactor.
Aunque como expresa el hijo de otra bestia humana, Manuel Contreras, la situaci�n econ�mica de los pobres militares es penosa, viven de una humilde pensi�n estatal y a veces no les alcanza ni para lo m�nimo. Seco mis l�grimas despu�s de este desgarrador comentario, hago acopio de fuerzas y sigo escribiendo.

El vadem�cum delictual de este militar est� lleno de incontables notables deleznables acciones.

En el a�o 1977 fue subdirector de Inteligencia de la DINA (Direcci�n de Inteligencia Nacional) y de ah� en adelante estuvo involucrado en casos emblem�ticos ejecutados por el gobierno de generales gorilas.

A parte de los recortes de dineros, chanchullos y arreglos varios que hizo teniendo a su cargo el departamento econ�mico del organismo represor y sus empresas brujas, est� sindicado como actor destacado en el caso de los 119, llamada Operaci�n Colombo, en la muerte del general Prats y su esposa, el atentado en contra de Bernardo Leighton, el asesinato de Orlando Letelier, adem�s del secuestro y desaparici�n de Dagoberto San Mart�n, militante del Mir, por el cual ha sido condenado a 5 a�os de presidio, motivo por el cual ha escapado enyeguecido a un lugar desconocido.

Es mencionado en infinidad de torturas, desapariciones y delitos de lesa humanidad, especialmente cuando estuvo a cargo de la siniestra Brigada Puren, colectivo de carniceros que ejercieron las m�s brutales y horripilantes acciones en contra de seres humanos indefensos.

Resulta esclarecedor que las vastas, complejas y muy bien elaboradas acciones de "inteligencia" por parte de algunos comandos militares, como Iturriaga, hayan fracasado debido a que las acciones eran de "inteligencia" y teniendo a imb�ciles a cargo era muy obvio que se sabr�an prontamente.

Adem�s, Raulito, ten�a m�s apodos que el miembro viril en ese entonces, una docena de chapas, motes y seud�nimos, cosa recurrente entre militares cobardes que saben que act�an mal y que se esconden (o huyen) en el anonimato.

Presenci� y particip� en sesiones de tortura, arm� y organiz� org�as militares (perros entrenados, ratas en las partes �ntimas contra los prisioneros etc�tera) en contra de las mujeres y hombres detenidos.
Lamentablemente los testigos directos fueron asesinados, quemados, calcinados, hervidos y arrojados o a las fauces del mar o a las garras yertas de la tierra nuestra...

Casi en el amanecer de sus 40 a�os de vida fue enviado a Estados Unidos a empaparse de conocimientos en la Escuela de las Am�ricas, para venir a empaparse de sangre inocente a Chile. Posiblemente tambi�n fue premiado con alg�n aliciente econ�mico por parte de la CIA, al igual que su compa�ero de pupitre Manuel Contreras en Panam�.


La verdad Ra�l, hay gente que piensa que tu est�s loco, o sea que ya estabas, (una persona normal no har�a todas las barbaridades que �l hizo, aseguran) y ahora que has huido y vuelves a confirmar tu desnutrici�n neuronal, yo te defiendo.

Don El�as, (tu chapa) digo yo,  no est�, ni estuvo loco. Es un hijo de puta, imb�cil, cobarde, miserable, ruin,  rata s�dica, renacuajo diab�lico, maldito perro mal nacido, pero loco no.

Ni me lo agradezcas, un sabor agradable me queda en la boca cuando declamo tu defensa.


Ahora te explico mejor las cosas y conste que no entiendo c�mo no entiendes, t� que eres Instructor de Doctrina y Estrategia en Contrainsurgencia.

Tomemos a la opini�n p�blica como si fuera un pizarr�n en una sala de clases. 

Despu�s alguien viene y dibuja un rid�culo mono garabateado en la pizarra. Ese eres t�.

Siguiendo el viejo dicho, "soldado que arranca sirve para otra guerra" te fuiste, te piraste, te escondiste, te fondeaste, te desapareciste.

Lees una declaraci�n que alguien escribi� para ti frente a una c�mara y la env�as a los medios de comunicaci�n.

(S� que te habr� entrado la nostalgia, a�os atr�s eras t� el que filmaba a los prisioneros en tus noches de Sade y ahora mira como cambian las cosas)


Y, bueno,  para sorpresa tuya, todos los partidos pol�ticos, todos, condenan tu osada acci�n.

Repiten a Coro, "El Estado de Derecho, el Estado de Derecho" y te crucifican.

Que los partidos de Derecha te hayan condenado quiz�s debe hacer vibrar esa sensibilidad que no tienes, pero el caso es que la cosa es m�s simple que raciocinio de  simio.

La Derecha empresarial, bancaria, burs�til y m�s, justo ahora no necesita de tus servicios, ni de tus compa�eros de armas.

El ej�rcito es el brazo armado de la clase explotadora y ahora que el Gobierno de la Concertaci�n aplica una pol�tica de negreros y chupasangres,  todos est�n contentos y nadie necesita recurrir al uso del trabajo sucio. Ese es llevado a cabo por el perraje marcial, en este caso Carabineros de Chile.

Pero, y pon atenci�n a esta parte, pero, los Derechos Humanos, (no los b�sicos, agua, salud, educaci�n, ya que esos son m�s complicados para los se�ores del capital) sino aquellos que dicen relaci�n con el maltrato, tratos crueles e inhumanos son bastante delicados.

Recuerda que Estados Unidos sac� del puesto a tu Compadre Manuel Contreras por ser demasiado brutal en la represi�n en contra de los opositores de la Dictadura.

Y por ser delicados, a todo el mundo horroriza aquello, se tiene que explotar, pero con estilo, que primero el sistema aguijonee un poquito el cuerpo y despu�s pase su lengua anest�sica sobre las espaldas y que la gente ni se de cuenta como los explotan.

Ya no hay C�ncer Marxista, tus servicios en vivisecci�n ya no se necesitan, no hay c�ncer, a lo sumo una espinilla en la frente, un dolor de muelas, una tos perruna...Algo as�...


Por eso todos te condenan, especialmente tus antiguos admiradores de la derecha, para que exista un equilibrio, para que exista una cierta calma jur�dica que vele por los derechos humanos, ineludiblemente el propio sistema debe arrojar un hueso a la jaur�a para que esta no ladre, y t� eres ese hueso. Viejo, acabado, tard�o, mariconcito, pero hueso al fin.

Por �ltimo en el cenit de tu vida por fin sirves para algo. (Mediocre, pero algo al fin y al cabo)

Adem�s, si corre alg�n vientecillo en Chile, debe ser el suspiro de alivio acumulado y exhalado por todos aquellos que cometieron tropel�as al igual que t�, pero que gracias a la ley de amnist�a autodeclarada por tu padrino y compa��a y el equilibro pol�tico (justicia en la medida de lo posible) un poder judicial corrupto, falta de voluntad pol�tica y mil macanas m�s no est�n, ni estar�n nunca en la c�rcel, no ser�n jam�s juzgados. Cuando escuchan o saben del tema, miran para otro lado, se hacen los que no saben, no fueron, no ten�an idea, no sab�an, fueron enga�ados.

La Corporaci�n de Militares en Retiro, te calific�  como "l�der" de los uniformados procesados por violaciones a los derechos humanos.

A uno le queda la duda, �L�der? �T� eras el l�der de las violaciones sexuales?

�El L�der del robo, asesinato, torturas y azotes?

Una vez m�s el mismo denominador com�n salta a la vista, Militares Chilenos fascistas, recurrentemente niegan sus valientes acciones, se encubren unos a otros, se desdicen, se turban y se masturban con los derechos humanos.
�Cu�ntos de los que te apoyan, recibieron dinero, casas, cosas y dineros ajenos y robados bajo Dictadura? �Cu�ntos de los que te apoyan salieron contigo en noches de juergas y cuelgas?

Se escond�a en un entretecho, hasta las ara�as sent�an pena por �l, bajaba a comer una vez al d�a, se duchaba r�pido para sacarse el polvo de los ojos, la nariz y el pelo.

Tiritaban en verano, sudaban en invierno, los ruidos eran gigantes, los silencios sepulcros, las voces pu�ales envueltos. Callada beb�a un tibio t� en un designado y vitalicio rinc�n oscuro.
Se escond�an, se hac�an peque�os, transparentes, procurando no molestar. No escuchaban a sus hijos en meses, no ve�an a sus esposos en semanas, nada.

Escondidos, pr�fugos, evadidos y perseguidos por la jaur�a militar.

Cuando el hocico perd�a el rastro, iban y raptaban a las mujeres y los ni�os, a las madres y padres, a los abuelos y nietos, esperaban pacientes que el pr�fugo viniera al encuentro del verdugo y su destino sellado.

En las mismas condiciones me imagino que debes estar justo ahora destacado y valiente soldado. Te entregues o no, saltes o te ahorques, vivas o mueras, la historia ya te ha juzgado.


Andr�s Bianque.
Junio 14-2007

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Ra�l Iturriaga Neumann
Graduado en la Escuela de las Am�ricas
Uno de los Jefes de los aparatos de seguridad
de Pinochet