Los generales hondure�os fueron formados por el ej�rcito de EE.UU.
Venezuela, Bolivia, Argentina y Uruguay han optado por boicotear la Escuela de las Am�ricas | Vel�squez hizo su curso cuando a�n usaban manuales que aconsejaban "palizas y ejecuciones"
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Con sus tejados rojos, ventanas pseudohabsburgos y c�sped buc�lico, el Instituto de Cooperaci�n para la Seguridad Hemisf�rica (Whinsec) -m�s conocido por su nombre anterior, la Escuela de las Am�ricas- en el sur profundo de EE.UU., parece situarse a a�os luz de los golpes de Estado, escuadrones de muerte y atrocidades varias que han caracterizado la pol�tica latinoamericana durante siglo y medio. Pero por sus aulas pasaron militares que luego han escrito los cap�tulos m�s negros de la historia del Continente.
Fundada en 1946 en Panam� pero trasladado en 1984 a la base militar de Fort Benning, en el estado Georgia, la escuela ha jugado un papel clave en la pol�tica exterior estadounidense en Am�rica Latina ayudando a formar a m�s de 60.000 militares en una regi�n donde en demasiadas ocasiones el ej�rcito ha sido la instituci�n con la �ltima palabra.
El �ltimo ex alumno centroamericano en saltar a la fama por tomar el poder a punta de pistola -en este caso, ocho rifles autom�ticos apuntados al pijama del presidente hondure�o Manuel Zelaya en la madrugada del pasado 26 de junio- es el general Romeo V�squez Vel�squez. Hizo dos cursos en la escuela en 1976 y 1984. El otro golpista hondure�o, general de las fuerzas a�reas, Javier Prince Suazo, cuyo cuartel general se encuentra en la base Soto Cano, junto a 500 soldados estadounidenses, estudi� en la escuela en 1996. Aunque la Administraci�n Obama se opone a este golpe, "los alumnos suelen tener m�s lealtad al ej�rcito estadounidense que a su propios gobiernos civiles", dice Hendrik Voss, de SOA Watch, una ONG que hace seguimiento de la escuela.
Vel�squez y Prince Suazo no est�n en la misma liga de golpismo que otros ex alumnos de la escuela. Hugo Banzer, el militar boliviano, que estudi� un curso para oficiales en la escuela en 1956, lider� un golpe en 1971 que acabar�a con la detenci�n de 2.000 opositores y la ejecuci�n de varios cientos. Banzer fue incorporado al Museo de Famosos -Hall of Fame- de la escuela en 1988.
El general argentino Leopoldo Galtieri, de la clase de 1949, derroc� a otro ex alumno golpista, general Roberto Viola en 1981. En total, once militares golpistas recibieron formaci�n en la escuela, y muchos m�s colaboradores. Augusto Pinochet no estudi� en sus aulas pero regal� una espada que durante el a�o de 1991 estuvo colgada en la oficina principal de la escuela. M�s recientemente, dos ex alumnos venezolanos participaron en el intento de golpe contra Hugo Ch�vez en 2002. "Es absurdo echarnos la culpa", dice el portavoz de la escuela, Lee Rials. "Se imparten clases de t�cticas como contrainsurgencia o guerra contra el narcotr�fico, pero la mayor parte del curr�culo es ingenier�a, medicina y respuesta a desastres naturales", afirma.
Desde el boicot de pa�ses como Venezuela, Uruguay, Bolivia y Argentina, la mayor parte de los 1.100 estudiantes residentes en la escuela son militares colombianos. Pero en 1984 -cuando Vel�squez estudiaba el manejo de unidades militares peque�as- los centroamericanos eran los alumnos m�s solicitados para inculcar los principios de la contrainsurgencia reaganiana en El Salvador y Guatemala. Catorce de los asesinos de los seis jesuitas de la Universidad Centroamericana en El Salvador en 1989 eran ex alumnos de la escuela. Efra�n R�os Montt, otro ex alumno, protagoniz� el golpe en Guatemala en 1982, semanas antes de la infame masacre de Dos Erres, cuando soldados del ej�rcito estrellaron las cabezas de 65 ni�os contra una roca.
"Nadie ha podido demostrar que lo que se ha ense�ado aqu� haya conducido a un crimen", dice Rials. Pero en los a�os ochenta se utilizaban manuales de contrainsurgencia que aconsejaban el uso de "miedo, palizas, el pago de recompensas, ejecuciones y el uso de suero de la verdad", seg�n documentos desclasificados en 1996. Algunas teor�as de insurgencia en aquel entonces se basaban en "teor�as de selecci�n racional de las ciencias econ�micas", explica Gregg Grandin, de la Universidad de Nueva York. Por ejemplo, se aconsejaba crear opciones "combinando la amenaza de aniquilamiento" con actos de "violencia fr�a".
La escuela, que tiene un presupuesto de 13 millones de d�lares anuales, tiene cada vez m�s cr�ticos. El cambio de nombre en el 2001 no los ha silenciado. "Creemos que hay suficiente apoyo en el Congreso para cerrar la escuela antes del 2010", dice Voss. Otros no lo ven tan claro. "El episodio en Honduras demuestra que la escuela ha fracasado a la hora de inyectar principios de democracia en sus alumnos", dijo Peter Kornbluh del National Security Archive en Washington. "Pero dudo que eso sea un motivo para cerrarla", ironiza.