Stop a
la Militarización
Pablo Ruiz
Aumento
de las bases militares en América Latina, reactivación de la Cuarta
Flota de la Marina de los EEUU, más de 1000 soldados
latinoamericanos a la Escuela de las Américas cada año, son parte
del fenómeno de militarización creciente que vive nuestro
continente.
Conversamos con Rina Bertacini -presidenta del Movimiento por la
Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (Mopassol) de
Argentina y vicepresidenta del Consejo Mundial por la Paz- sobre el
nuevo escenario que se vive en nuestro continente, donde, por un
lado, aumentan los gobiernos de corte progresista y que, por otro
lado, aumenta la presencia militar de Estados Unidos en la región.
- A tu
juicio, ¿Qué efectos negativos ha tenido la presencia de EE.UU. en
América latina?
- En
realidad Estados Unidos ha sido el efecto negativo, no por Estados
Unidos. Estamos hablando de la política del gobierno de los Estados
Unidos que, aunque los gobiernos o las administraciones cambien,
práctica una política de Estado de intervención militar, política,
económica en nuestros países, y en este momento, particularmente,
notable es la intervención mediática que realmente influye muchísimo
porque desinforma, confunde a la población, les llevan visiones del
mundo que no son reales. La influencia de Estados Unidos es invasiva
en nuestro continente.
- ¿En
qué afecta a las personas comunes y corrientes?, porque mucha gente
dice que es bueno ser aliado de este gran hermano…
- En
primer lugar, nos afecta la política económica que Estados Unidos a
impuesto y hablo de política económica. Creo que la forma mas clara
de entender el porqué nos afecta es cuando impuso en nuestros
países, a través de dictaduras militares sangrientas, el modelo del
neoliberalismo. Ahí se vio claramente; deshicieron los estados
nacionales, privatizaron todo en beneficio de los grandes
trasnacionales y de los socios locales. Impusieron, por ejemplo, en
el campo, la frontera de las sojas. En nuestro caso, que tenemos una
de las praderas más importantes del mundo, ha sido invadida por las
sojas y las sojas no son para alimentar a la población, es para los
negocios de las oligarquías nacionales y de las grandes
trasnacionales. Luego esta, todo lo que significó las dictaduras
cívico-militares, de los años 70, que fueron para imponer este
modelo económico. Nosotros tenemos 30 mil desaparecidos, eso es una
cifra monstruosa. Entonces la política de Estado de los Estados
Unidos son contra el pueblo y esto no es una frase, son cosas muy
concretas y donde se siguen pagando hoy los costos.
- ¿Qué
piensas sobre el aumento de las bases militares?
- Yo
creo que Estados Unidos jamás se ha retirado de numerosas bases
militares grandes y pequeñas que tiene en el continente. Esto es lo
primero que hay que decir, porque ahora se habla mucho de las siete
bases en Colombia, y esta bien. Estados Unidos, por el Plan
Colombia, ya estaba en esas bases. Lo que pasa es que ahora han
hecho un acuerdo, peor que el anterior, y que entre las bases que
hoy ocupa Estados Unidos, aunque diga que son de Colombia, hay una
base que es el eje de nuestra preocupación que es la Base de
Palanquero porque esta base tiene una de las pistas de aterrizaje
mas extensas del continente y que se vinculan a otras pistas de
aterrizaje. Estados Unidos ya no quiere construir sus propias bases
con el letrerito de “Estados Unidos de Norteamérica”, donde
concentre miles de soldados propios, sino ellos quieren tener esta
misma presencia y necesita bases estratégicamente distribuidas, con
pistas extensas. Con cuatro o cinco bases que podrían ser Palmerola,
por su extensión, Palanquero, Mariscal Estigarribia en Paraguay, la
Isla de Ascensión en el Atlántico y
la base
militar en Malvinas, que es ocupada política y militarmente por Gran
Bretaña, pero es una base de la OTAN; con esto pueden, en el momento
que quieran, y además es una amenaza concreta que pende sobre
nuestras cabezas, trasladar y producir una invasión en cualquiera de
nuestros países. En menos de 6 horas montan uno de los modernos
aviones Galaxis, suben todo, armamentos, equipos, municiones,
militares, etcétera y pueden producir una invasión. Esto no quiere
decir que mañana ellos van a producir una invasión, esto es parte de
la guerra preventiva de Bush aplicada ahora por Obama.
- ¿Hay
un nuevo escenario?
- Yo
creo que ellos están remilitarizando el continente, en algunos casos
con formas nuevas. Me parece que lo de Honduras es muy llamativo,
pero también simbólico. Ellos sacaron a Zelaya de su casa, lo
llevaron a Palmerola, y de ahí al exterior. Zelaya había avanzado,
por lo menos en la intención, en participar en un proceso de
integración como el del Alba. Entonces ellos no pueden tolerar eso,
porque si el Alba se desarrolla ellos quedan desnudos ante la vista
de la gente.
-¿Qué
desafíos tiene el movimiento latinoamericano frente a estos
problemas?
-El gran
desafío que nosotros tenemos es luchar hoy contra las bases, contra
la remilitarización, teniendo en cuenta que hay posibilidades de
construir alternativas a la militarización desde estos nuevos
procesos de integración. Argentina con un gobierno con muchas
contradicciones en su interior pero desde el Ministerio de Defensas
se impulsa la creación y la consolidación del Consejo de Defensa
Sudamericano que busca que nuestros países tengan una política de
defensa que no sea la que dicta el Pentágono. Eso es un sacrilegio
para Estados Unidos, pero si se avanza en esa dirección, junto con
los gobiernos, nuestra lucha tiene mucha mas fuerza.
*** Esta entrevista ha sido publicada en
el Boletín Presente,
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