Del
21 al 27 de de febrero de 2016 la Comisión
Intereclesial de Justicia y Paz de Colombia,
con la participación de SOA Watch, realizará una
peregrinación por la paz al Cacarica, Chocó, con
ocasión de los 19 años de la “Operación
Génesis”, acción conjunta de militares y
paramilitares, y que significó la muerte de un
campesino y el desplazamiento forzado de la
comunidad.
La caminata tiene contemplado
realizar un acto de memoria en la zona
humanitaria y recordar estos acontecimientos que
significaron, posteriormente, que la Corte Interamericana
de Derechos Humanos condenara al gobierno
colombiano y pidiera actos de reparación
para las víctimas de estos hechos.
Al mismo tiempo, la peregrinación
también llegará hasta el “Cerro Mocho” donde los
militares estadounidenses impusieron la
construcción de una base militar binacional
panameña-colombiana, y que, de acuerdo a Abilio
Peña, “no contó con la consulta a las
comunidades que habitan el territorio y se
convierte en un traspié también para la
concreción de un eventual acuerdo de paz”.
La caminata contará con la
presencia la presidenta de SICSAL (Servicio
Internacional Cristiano de Solidaridad con los
pueblos de América Latina) la presbítera Emilie
Smith de la Iglesia Anglicana. Del SOA Watch,
participaran los estadounidenses Brigitte
Gynther y Nico Udu-gama y la chilena Irene
Cambias, entre otros activistas que llegaran a
participar.
Recordemos
que la “Operación Génesis” fue llevada a cabo
entre el 24 y el 27 de febrero de 1997 en el
área del Río Salaquí y Río Truandó, zona cercana
a los territorios de las comunidades
afrodescendientes de la cuenca del río Cacarica,
departamento del Chocó, Colombia.
Como consecuencia de esta
operación fue asesinado el 27 de febrero de 1997
el campesino Marino López y la población
afrodescendiente se vio forzada al
desplazamiento.
“Marino intenta huir, se arroja
al río – indica un relato-,
pero los paramilitares lo amenazan, ‘si huye, le
va peor’. Marino regresa, extiende su brazo
izquierdo para salir del agua. Uno de los
paramilitares le mocha la cabeza con la macheta.
Luego le cortan los brazos en dos, las dos
piernas a la altura de las rodillas. Y empiezan
a jugar fútbol con su cabeza. Todas y todos lo
vimos”.
Por este caso, fue condenado a 25
años de prisión el ex General Rito Alejo del
Río, egresado de la Escuela de las Américas y
comandante de la Brigada 17 del Ejército, entre
1995 y 1997, por haber planificado y ejecutado
la operación de manera conjunta con los
paramilitares.
Por este caso, la Corte
Interamericana de Derechos Humanos señaló que
“El Estado de Colombia es responsable por haber
incumplido con su obligación de garantizar los
derechos a la integridad personal y a no ser
desplazado forzadamente, en perjuicio de los
miembros de las Comunidades del Cacarica, en
Riosucio, Departamento del Chocó, desplazados
por acción de grupos paramilitares en
colaboración con integrantes de las Fuerzas
Armadas Colombianas”.
El principal cliente de
la Escuela de las Américas
Cabe destacar que Colombia es el
principal país, el número uno, que más tropas
envía a recibir entrenamiento a la Escuela de
las Américas del Ejército de EEUU. Esta academia
militar hoy recibe el nombre también de
Instituto de Seguridad y Cooperación del
Hemisferio Occidental como manera de engañar a
la población.
El 2012, se entrenaron en esta
academia militar, 1051 soldados colombianos; el
2013, 798; el 2014, 915; y el 2015, 1044.
La Escuela de las Américas del
Ejército de EEUU jugó un rol fundamental para
que se cometieran violaciones a los derechos
humanos en nuestro continente. Muchos de sus
estudiantes son responsables de masacres,
torturas y desapariciones forzadas de personas y
varios de sus graduados, resultaron ser después
dictadores y estuvieron a la cabeza de los
escuadrones de la muerte.
Los colombianos Mario Montoya,
Álvaro Quijano, Wilmer Mora, Pauselino Latorre,
Darío Sierro, Francisco Patiño y Luis Benavides,
violadores de derechos humanos, entre otros, son
graduados de la Escuela de las Américas.
Finalmente, luego del regreso de
las comunidades a sus territorios, tras 4 años
de desplazamiento, la comunidad sigue padeciendo
la militarización la que ha arrojado la comisión
de más de 70 crímenes entre asesinatos y
desapariciones forzadas.
Por Pablo Ruiz, http://www.soawlatina.org
- Foto: Witnessforpeace.blogspot.cl