Peregrinación al Cacarica:
La paz es justicia
socio-ambiental
Entre
el 21 y el 27 de febrero de 2016, en el marco de la
conmemoración de los 19 años de la Operación
Génesis, las comunidades de Autodeterminación, Vida
y Dignidad del Cacarica –CAVIDA-, convocaron a
diversas comunidades afrocolombianas, indígenas y
mestizas del país y a miembros de la comunidad
internacional, a la Peregrinación por la Paz con
Justicia socio ambiental que se desarrolló desde la
Zona Humanitaria de Nueva Vida, Cacarica, hasta el
Cerro Mocho, límites del territorio Colectivo en la
frontera con Panamá, en donde se instaló desde
FECHA una base militar binacional colombiana y
panameña, con la supervisión del gobierno de los
Estados Unidos.
La
conmemoración inició el 21 de febrero en el
monumento construido en el Coliseo municipal de
Turbo que recuerda la operación militar y
paramilitar que provocó el desplazamiento forzado.
Ahí escuchamos las palabras de dolor de las víctimas
por el maltrato que vienen recibiendo por parte de
la Unidad para las Víctimas del gobierno de
Colombia. Manifiestan que los acuerdos no han sido
respetados para la implementación de la sentencia de
la Corte Interamericana de Derechos Humanos, una
mujer familiar de víctima, entre otras, una de
ellas aparece como fallecida en los registros de la
Unidad, desconociendo que vive e incluso como
ocurrió ante en la audiencia en San José de Costa
Rica, registrada en un municipio que no es Río
Sucio.
Las
denuncias de las mujeres familiares de asesinados,
de desaparecidos y torturados, conmocionaron nuestro
ser, reflejando el grave desconocimiento del fallo
de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y lo
nocivo que ha resultado la intervención de la Unidad
de Víctimas y la incapacidad de interpretar el
carácter individual de la indemnización.
Ya en
la cuenca del Cacarica se dio inicio al recorrido
por el territorio hasta el Cerro Mocho. Luego de
caminar alrededor de 29 horas en medio de la
imponente biodiversidad, de bordear la quebrada La
Maluca; de pernoctar en la cabecera del río
Perancho, de caminar con cruces en la que estaban
los nombres de las 80 víctimas de asesinatos y
desapariciones, se logró constatar:
En
las coordenadas N 07° 39´ 41.0”; W 077° 26´
36.2”, un aviso recientemente puesto con el
mensaje:
“REPUBLICA DE PANAMÁ SENAFRONT, AREA RESTRINGIDA, NO
PASE”
De
acuerdo con las comunidades, por el lugar en que
se puso este aviso, los militares han prohibido el
derecho a la libre movilización en un área aun
mayor del territorio colectivo.
Aproximadamente a 50 metros de dicho mensaje, en las
coordenadas N 07° 39´ 37.9”; W 077° 26´ 37.5”, se
encontró un cercado de alambre de púas limitando la
base militar.
Los
militares colombianos Carlos Andrés Candela Candela
y Edwin Peralta, y de Panamá Ariel Gomez y el Cabo
Alan Cedeño, impidieron el avance de la
peregrinación hacia la base.
Miembros de la comunidad y acompañantes nacionales
solicitaron a los militares el ingreso a la base
militar para despejar dudas sobre la ubicación y el
uso que se le está dando a la zona delimitada
como de seguridad, pues han visto maquinaria pesada
siendo transportada en helicópteros hasta la base y
objetos colgados de los mismos saliendo de esa
unidad militar.
Ante
este requerimiento, tanto el mando militar panameño
como el colombiano manifestaron que no podían
autorizar el ingreso, que eran unidades operativas y
que esa autorización e información solo podían
darla los mandos superiores.
Del
mismo modo, ante el interrogante sobre la presencia
de militares de los Estados Unidos en el lugar,
manifestaron que estos no se encontraban, pero
igual esa información debían proporcionarla sus
superiores de alto nivel.
Ante
las respuestas, las comunidades quedaron con más
dudas que certezas. Por esta razón las
organizaciones presentes consideramos necesarios
que:
Se
aclare si el lugar en el que se encuentra fijado el
aviso panameño citado corresponde o no al territorio
colectivo del Cacarica, a partir de la información
que suministramos de las coordenadas.
Se
adelante una verificación conformada por las
comunidades indígenas, afrodescendientes y mestizas
que habitan la región del Cacarica, por instancias
del gobierno de Colombia y con el acompañamiento de
organizaciones internacionales que permita de una
vez por todas descartar las dudas fundadas que
tienen las comunidades sobre el uso que se está
dando al área.
Se
publiquen los convenios de cooperación existentes
entre los gobiernos de Panamá, Colombia y los
Estados Unidos en relación con la base militar
binacional ubicada en el Cerro Mocho que
inicialmente se llamó la Unión y que posteriormente
ha sido nombrada como “Guamal”.
Firman,
Procesos comunitarios:
Comunidades de Autodeterminación, Vida y Dignidad
del Cacarica – CAVIDA
Comunidad indígena Juin Pubur
Resguardo Indígena Guamal
Resguardo Humanitario y Biodiverso Sobi Druá,
Jiguamiandó
Consejo Comunitario de Puerto Berlín, Cacarica
Consejo Comunitario de San Higinio La Raya, Cacarica
Consejo Comunitario La Virginia, Perancho, Cacarica
Consejo Comunitario Las Pajas
Consejo Comunitario de Quebrada Bonita, Cacarica
Consejo Comunitario de Barranquilla, Cacarica
Espacio Humanitario Puente Nayero, Buenaventura
Territorio Humanitario y Biodiverso para la Paz
Unión Agua Clara, Río San Juan, Valle
Familiares de Fredy Mosquera, Popayán
Comunidades de Víctimas del Atlántico
Zona
de Biodiversidad La Madre Unión, Cuenca de la Madre
Tumaradó.
Zona
Humanitaria Camelias, Curvaradó.
Organizaciones Nacionales:
-Comunidades Construyendo Paz en los Territorios –CONPAZ-
-Diálogo Intereclesial Por la Paz en Colombia –DiPaz-
-Comisión Intereclesial Justicia y Paz
-Alianza de Medios Alternativos
Organizaciones Internacionales
Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con
América Latina Oscar Romero –SICSAL-
Asoc-
KATIO, Madrid, España
MUNDUBAT, País Vasco
Movimiento por el Cierre de la Escuela de las
Américas –SOAW-
KOLKO
– Derechos Humanos por Colombia, Alemania
Hermanas Franciscanas de Nuestra Señora de Lourdes.
Fotos:
Más Información en www.soawlatina.org