La Escuela de las Américas:
Una Amenaza a la Auto-determinación Económica de América Latina
Por Roy Bourgeois y José Mulligan
El sistema militar de los Estados Unidos -específicamente el Comando Sur- constituye la amenaza más seria contra la soberanía de los países de América Latina, especialmente su soberanía en el sentido de su auto-determinación económica.
Más que una amenaza, el poder militar estadounidense, en conjunto con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), ha actuado repetidas veces en contra del derecho de los pueblos a construir un modelo económico de dignidad nacional y de corte socialista.
Cualquier país que intenta recuperar sus recursos naturales y ponerlos al servicio de su mayoría, en vez de servir los intereses de las corporaciones multinacionales, y que busca distribuir los ingresos para el bien de todos en contraposición de la reducida élite, procedería en contra de sus legítimos intereses si entrega a sus futuros coroneles y generales al entrenamiento militar en el Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC, por sus siglas en inglés) o cualquiera otra institución dirigida por el Pentágono.
Es en el WHINSEC, que es la misma Escuela de las Américas (SOA) solo con nuevo nombre, en el mismo lugar (Fort Benning, estado de Georgia), donde los cadetes y policías de América Latina forman amistades y futuras alianzas con las Fuerzas Armadas y las agencias de inteligencia del imperio los que, como todos sabemos, han intervenido y promovido golpes de estado en varios países del sur.
Entonces, el WHINSEC/Escuela de las Américas, no puede ser otra cosa que una herramienta del Pentágono. Es un instrumento de la política exterior y militar del gobierno de los Estados Unidos. Lamentablemente, algunos olvidan esta realidad poniendo en riesgo sus mismos proyectos de soberanía y auto-determinación.
Sería como enviar a sus futuros ministros de economía a la Escuela de Economía de la Universidad de Chicago ("Chicago Boys") u otra institución académica completamente dedicada a difundir las teorías más extremas del neoliberalismo. En ellas se promueve el mercado libre, la libre empresa y la minimización del rol del Estado.
Sería como enviar a los futuros presidentes de una democracia a formarse en una dictadura militar, o a los médicos a formarse con los médicos nazis en los campos de exterminio.
ALIADOS DEL IMPERIALISMO EN EL SENO DE LAS FF.AA. LATINOAMERICANAS
Los nacionalistas de América Latina, con cualquier grado del izquierdismo o socialismo, están exigiendo que los recursos naturales de sus países beneficien a sus pueblos y no sigan enriqueciendo a las corporaciones multinacionales y sus países (ricos) de origen. Por eso, no les conviene a estos gobiernos democráticamente elegidos en los últimos años, y que afirman con hechos concretos su dignidad nacional y su derecho a la auto-determinación económica, tener en el seno de sus fuerzas de seguridad a soldados o policías entrenados por el imperialismo norteamericano y que podrían en cualquier coyuntura recibir y acatar órdenes o indicaciones de sus "maestros."
En escuelas como WHINSEC/SOA el Pentágono identifica y jala a los futuros oficiales latinoamericanos que le serán "confiables" para sus intereses políticos y hegemónicos. Muchos, seguramente, se convertirán en colaboradores con Estados Unidos y prestarán ayuda en trabajos de inteligencia y de espionaje. Si es necesario, también se mostrarán dispuestos a dar golpes de estado si el imperio lo ordena o lo promueve como sucedió, por ejemplo, en el 2002, con dos graduados de la Escuela de las Américas -el comandante Efraín Vázquez y el general Ramírez Poveda- quienes participaron del fallido intento de derribar por la fuerza al presidente venezolano Hugo Chávez.
FORMANDO A SUS SOLDADOS INDEPENDIENTEMENTE DEL PENTÁGONO
Por eso es saludable que América Latina empiece a liberarse del WHINSEC/SOA. Ya cuatro países -Venezuela, Argentina, Uruguay y Bolivia- han decidido retirar a sus tropas de esta institución y forman a sus agentes de seguridad independientemente de esta escuela del Pentágono. Pero otros países, incluso Nicaragua, Honduras, y El Salvador, siguen enviando tropas y otro personal al WHINSEC/SOA.
Para proteger la soberanía y auto-determinación de sus países, los gobiernos debieran decir "gracias, pero no" a la oferta del Ejército norteamericano y entrenar a sus militares independientemente de los deseos del imperio.
LA NUEVA ERA DE OBAMA
El gobierno estadounidense, como cualquier otro, siempre va a querer influenciar a otras naciones. Para este fin, el Presidente Obama ha anunciado una nueva era caracterizada por el uso de la diplomacia y las negociaciones antes de la vía militar. Si estas intenciones democráticas se ponen en práctica, sería el Departamento de Estado el principal instrumento para formular y aplicar la política exterior estadounidense y no el Departamento de Defensa (Pentágono).
El uso de canales directos de presión e influencia del Pentágono con las fuerzas armadas de América Latina va en contra del énfasis en la diplomacia y negociación. Estas son funciones de los civiles en los gobiernos que se relacionan.
Para defender su soberanía, especialmente en el sentido de su auto-determinación económica, los gobiernos progresistas resistirán la intromisión del Pentágono en sus asuntos internos, diciendo "no" a la formación de sus futuros oficiales de seguridad en las escuelas del imperialismo.
LA LUCHA SIGUE
Al mismo tiempo, seguiremos luchando en los EE.UU. para que el gobierno de Obama cierre al WHINSEC/Escuela de las Américas como un peligro para sus intenciones de enfatizar la diplomacia y negociación en una nueva manera de relacionarse con América Latina.
El hecho de que Obama es el nuevo presidente -- un presidente inteligente y progresista -- no elimina la necesidad de seguir luchando por cambios sustanciales, sino nos impulsa a luchar con más esperanza y perseverancia. No sabemos hasta qué grado él quiere cambiar el sistema imperialista que ha funcionado durante toda la historia del país, ni en qué medida pueda cambiarlo, ni cuáles de los muchos problemas domésticos e internacionales van a recibir su atención.
Si Obama logra realizar sus planes progresistas y positivos, puede esperar su re-elección en 2012 a un período más, pero no más. Por eso las fuerzas progresistas en América Latina y dentro de los EE.UU. debemos lograr el máximo grado de transformaciones sistémicas durante la era de Obama. El ganó en 2008 con un poco más de una mayoría absoluta de la población; no sabemos si tendrá un segundo período, y si lo tiene, si un Republicano o Demócrata le reemplaza en 2016.
Roy Bourgeois y José Mulligan, son sacerdotes.