Apuntes: El Imperialismo o la avaricia de EEUU
Pablo Ruiz*
“En la tierra
hay suficiente para satisfacer las necesidades de todos,
pero no tanto como para satisfacer la avaricia de
algunos” (Gandhi)
I - Sorprende
leer nuevamente el libro “El Imperialismo, Fase Superior
del Capitalismo” de Lenin. Si bien los datos son de casi
un siglo atrás la esencia de las relaciones
internacionales no ha cambiado mucho. Las guerras de
tipo imperialista, invariablemente, siguen siendo de
“bandidaje y robo” contra otras naciones más débiles.
Cuando hay una guerra de un país a otro hay que
preguntarse entonces qué intereses se juegan en ella.
Ya, casi cien
años atrás, Lenin decía que el capitalismo "al arruinar
a la pequeña producción, acrecienta la productividad del
trabajo y da lugar a una situación de monopolio para los
consorcios de magnates capitalistas” y mientras millones
de obreros producen a gran escala “un puñado de
capitalistas se apropian del producto del trabajo
común”.
El capitalismo
entonces “aumenta la anarquía de la producción, las
crisis, la desenfrenada carrera en busca de mercados, la
escasez de medios de subsistencia para masas de
población” generando entonces las condiciones para la
guerra de subsistencia del más fuerte.
Por otro lado,
"a medida que disminuye constantemente el número de
magnates del capital, que usurpan y monopolizan todas
las ventajas de este proceso de transformación, aumenta
en su conjunto la miseria, la opresión, la esclavitud,
la degeneración, la explotación, pero también aumenta,
al mismo tiempo, la rebeldía de la clase obrera”,
sostiene Lenin.
En pocas
palabras, siempre hay intereses económicos detrás de las
guerras imperialistas. Detrás del golpe de estado en
Chile, y vamos más cerca, el de Honduras y Paraguay en
los últimos años, detrás de la invasión a Panamá en
1989, del apoyo a la Contra en Nicaragua, y de tantos
otros hechos, silenciosos, desconocidos, están los
grandes intereses de las oligarquías locales y de las
grandes corporaciones capitalistas, donde EEUU es su
brazo armado, que quieren seguir aprovechando las
ventajas del hipócrita “libre mercado” despiadado y
depredador.
II - Recuerda
la historia que en el año 1823 nació la Doctrina Monroe,
sintetizada en la frase «América para los americanos»,
frase atribuida a James Monroe el quinto presidente de
los Estados Unidos.
Posteriormente, dice Telma Luzzani que fue John O
Sullivan, en 1845, quien acuñó el concepto de “destino
manifiesto” al sostener la necesidad de anexar a Texas a
EEUU. “El argumento del periodista se basaba en una
convicción que llega hasta nuestros días que Dios había
elegido, no simplemente a un grupo de hombre y mujeres
anglosajones, racialmente superiores, sino a un pueblo
en su conjunto, EEUU, para llevar a cabo su proyecto
divino en este planeta”.
Luzzani es
autora de “Territorios Vigilados” donde documenta, a
modo de reportaje de investigación, que en América
Latina EEUU tiene, actualmente, 72 bases militares de
distinto tipo, tamaño, justificación, desplegadas por
todo nuestro continente.
En el capitulo
uno “Sin bases, no hay imperio”, Luzzani trae a la
memoria un dicho de Norman Mailer: “La enfermedad
política mas seria de los EEUU es ser una nación que se
cree superior”.
Y es tanto
así, que el secretario de Estado norteamericano, John
Kerry, dijo que América Latina sigue siendo el “patio
trasero de Estados Unidos”.
III - En la
política internacional pocas veces se habla claro sobre
las verdaderas “ganancias” de los acuerdos comerciales
que se firman especialmente con la súper potencia “Made
In USA”.
En general, la
diplomacia es la forma de adornar la realidad y que todo
parezca bueno, normal, y ojala bello. Con frases para el
bronce se dice “aquí ganamos todos”, “la cooperación
bilateral es vital”, “con este acuerdo se fortalece
nuestra economía”, etc.
En los años
cincuenta, por ejemplo, la embajada de EEUU en Costa
Rica recomendaba que la United Fruit Company introdujera
“un relativamente simple y superficial interés humano
por las condiciones de los trabajadores” ya que esto
“podría tener un gran efecto psicológico”.
El secretario
de Estado de entonces, John Foster, estaba de acuerdo
con esa política, y le comentó al presidente Eisenhower
que para mantener tranquilos a los latinoamericanos “es
preciso darles una palmadita de vez en cuando, y
hacerles creer que te gustan”.
Esa ha sido la
política engañosa del imperio hasta nuestros días. Pero
el saqueo ha contado con la complicidad de nuestros
políticos nacionales y de nuestras fuerzas armadas, cada
uno a cambio de su respectiva “comisión”, han minado y
entregado la soberanía y los recursos de nuestros
pueblos “a precio de huevo” al gran capital extranjero.
Es triste
decirlo, en general los acuerdos comerciales con una
súper potencia se ven como una buena oportunidad para
los países pobres y mucho mejor si son con los mismos
EEUU “la cuna de la democracia, los derechos humanos y
la libertad”, relato largamente inoculado por toda la
producción de Hollywood. No importa si se llevan el
cobre, por ejemplo, que puede financiar la educación de
millones de estudiantes en Chile, “ser aliados de EEUU
es un honor”.
IV - Noam
Chomsky, en el libro “Lo que realmente quiere el Tío Sam”,
recuerda a George Kennan, considerado uno de los
arquitectos de la política exterior estadounidense.
Kennan, dijo,
en 1948, que “tenemos que dejar de hablar de objetivos
vagos, e irreales, como los derechos humanos, la
elevación del nivel de la vida y la democratización. No
esta lejano el día que tendremos que lidiar con los
conceptos de poder directo” y siendo mas sincero agregó
que “nosotros los Estados Unidos, representamos solo el
6,6% de la población mundial, pero controlamos del 50 al
60% de los recursos mundiales y nuestra responsabilidad
es, en esta nueva era, mantener esa desigualdad”.
También
Chomsky trae a nuestra memoria, en este libro, a otro
“grande”, al famoso Henry Kissinger, quien, con el
triunfo de Allende, se dio cuenta inmediatamente que los
“intereses” de EEUU estaban en peligro con la llegada al
poder de la Unidad Popular en Chile.
“¿Por qué
estábamos tan preocupados por este país?” Según
Kissinger, Chile se podía convertir en un “virus” y
podía ''infectar a la región”. La teoría de la manzana
podrida. Ya sabemos que pasó en nuestro país y sabemos
que además fue el laboratorio del neoliberalismo.
Por otro lado,
Chomsky entrega datos estremecedores. Un estudio
realizado por Lars Schoultz y otro por Edward Herman
señalan que EEUU ha distribuido su principal ayuda en
los gobiernos latinoamericanos que “torturan a sus
ciudadanos'' y que se “revela una estrecha correlación
mundial entre la tortura y la ayuda de EEUU” y que esto
“se correlacionan con la mejora de las operaciones
comerciales”. Vale decir a mayor número de torturados,
detenidos, ejecutados, los negocios funcionan mejor.
En ese mismo
sentido, la Escuela de las Américas -hoy llamada
Instituto de Cooperación y Seguridad del Hemisferio
Occidental- sigue siendo la puerta de entrada, el campo
de entrenamiento, para futuros golpistas y asesinos en
nuestro continente. Chile y muchos países de America
Latina siguen enviando a sus soldados a esta academia
militar en EEUU.
Chomsky,
afirma, que efectivamente EEUU quiere “estabilidad”. “Es
decir, la seguridad de las clases dominantes y de la
libertad para las empresas extranjeras”. Si esto se
puede conseguir con una democracia, como la chilena por
ejemplo, tan bondadosa con las trasnacionales, bien.
Pero si “los derechos de los inversionistas se ven
amenazados, la democracia tiene que desaparecer” y “los
asesinos y torturadores son bienvenidos”.
Todos los
presidentes de Estados Unidos, desde la Segunda Guerra
Mundial, hasta hoy “Todos ellos han sido verdaderos
criminales de guerra o han estado implicados en crímenes
de guerra”, concluye Chomsky.
V - En un
discurso en solidaridad con Vietnam pronunciado por
Ernesto “Che” Guevara, en 1963, en plena guerra, señaló
la importancia de la solidaridad entre los pueblos ya
que en la suerte de otros esta nuestra propia suerte.
“Cuando
nosotros levantamos hoy, con todo entusiasmo, la bandera
de Vietnam del Sur –dijo el Che– no lo hacemos sólo por
el internacionalismo proletario por el afán de justicia
que la revolución ha inculcado en todos nosotros. Lo
hacemos también porque aquel frente de lucha es
importantísimo para todo el futuro de América. Allí, en
Vietnam, se están entrenando las fuerzas que un día
podrán reprimir a nuestros pueblos. Allí se están
probando todas las nuevas armas de exterminio y las
técnicas más modernas para luchar contra la libertad”.
Y, a modo de presagio, dijo que “En este momento Vietnam
del Sur es el gran laboratorio del imperialismo yanqui
para preparar todos sus equipos con vistas a una
contienda, más impresionante si cabe, acaso más
importante, que tendrá que darse en el traspatio de su
posesión colonial en todo el continente americano”.
VI - “Estados
Unidos no tiene amigos, sino intereses”, afirmó John
Foster. Y en América Latina EEUU tiene muchos intereses.
De acuerdo a Heinz Dieterich, doctor en Ciencias
Económicas de la Universidad de Bremen de la República
Federal de Alemania, en América Latina, “en la Amazonía,
se produce el 40% del oxígeno del mundo. En segundo
lugar, tenemos una rica biodiversidad, y la mayor parte
de ella está en la Amazonía. En tercer lugar, el agua
dulce. Casi el 30% del agua dulce renovable está en
América Latina y la mayor parte en la Amazonía. Y, por
supuesto, el petróleo”.
Por todo lo
anterior, Venezuela y Brasil están en la mira y apetito
del imperio. Todas las bases militares de EEUU
instaladas en el continente conforman un anillo casi
perfecto para atacar eventualmente. Las bases son una
suerte de nodo, para saltar de una a otra con sus
aviones de combate y ganar.
VII - En
Brasil, en agosto del 2011, en el Encuentro Nacional de
la Asociación Brasileña de Estudios de Defensa, Rina
Bertaccini presentó su ponencia “Militarización
imperialista: Máscaras nuevas para proyectos viejos”.
Dijo que la
“La militarización imperialista en América Latina se ha
expresado históricamente de maneras diversas, pero su
esencia no ha variado. Tanto en las nuevas como en las
viejas formas el objetivo ha sido y sigue siendo el
mismo: lograr la dominación y la explotación de nuestros
pueblos”.
En el plano
militar, Bertaccini, comentó el documento “Joint Visión
2020” (Visión conjunta 2020) del Ejército de EEUU donde
se señala que hoy la dominación es concebida de
“espectro completo”.
“Con toda
crudeza nos están advirtiendo qué podemos esperar de las
guerras imperialistas del siglo XXI: una acción global
desplegada en todos los dominios: el específicamente
militar con su poder letal, pero también en el plano
político, económico, ideológico y cultural, sin
limitación o condicionamiento jurídico o moral de
ninguna clase”.
A modo de mensaje, Rina, nos dice que
“Las fuerzas políticas populares, los movimientos
sociales, los militantes de la paz y en particular los
docentes y alumnos de las universidades tenemos que
conocer sus planes para denunciarlos y enfrentar con
éxito la actual ofensiva de militarización imperialista
en nuestro continente”. De otra forma, y parafraseando
al Che, "No se puede confiar en el imperialismo ni un
tantito así, nada".
VIII - El
escenario esta complicado. La política internacional es
un completo ajedrez donde se mueven las piezas con mucho
cuidado. No le será fácil al imperio atacar directamente
y a mansalva sin encontrar la resistencia de muchos
pueblos del mundo.
Dos conceptos,
dos escenarios, dos disputas, se juegan hoy en la escena
internacional: un mundo unipolar, donde el sheriff
seguirá siendo Estados Unidos y todo lo que se haga y
diga debe contar con el beneplácito de este país o la
construcción de un mundo multipolar, donde todas las
naciones se respeten entre si y mantengan relaciones de
solidaridad e intercambio justo.
En Brasil por
ejemplo, en su Estrategia Nacional de Defensa, se
sostiene que incluso se esta dispuesto a usar guerra de
guerrillas si es atacada su soberanía sobre la Amazonía
“con pretextos de supuestos intereses para la
humanidad”. El 2004, su Estado Mayor envió a un grupo de
oficiales a Vietnam para aprender las técnicas de guerra
de guerrillas con las que el Vietcong había derrotado a
las tropas estadounidenses. Al mismo tiempo, Brasil
desarrolla su industria militar para tener completa
autonomía. En Venezuela, miles de fusiles AKA han sido
repartidos en la población para resistir una posible
invasión. Más lejos, Rusia y China, enemigos de los EEUU,
siguen con la diplomacia al mismo tiempo que renuevan y
avanzan en la consolidación de sus sistemas de defensa.
Vivimos en un
escenario complejo que incluso puede arrojarnos a una
nueva guerra mundial con consecuencias inimaginables
para toda la humanidad y donde los afectados serán los
pueblos del mundo porque, seguramente, los
multimillonarios estarán en lugar seguro.
Albert
Einstein, dijo: “No sé como será la tercera guerra
mundial, sólo se que la cuarta será con piedras y
lanzas”. Que así no sea, dependerá de nuestros pueblos.
* Pablo Ruiz,
periodista, es parte del Observatorio por el Cierre de
la Escuela de las Américas. Estas notas contaron con la
colaboración de Olga Benário de Brasil.