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Las organizaciones y movimientos sociales de las Américas a los Ministros de Defensa

 

PDF - A LETTER FROM THE SOCIAL ORGANIZATIONS AND MOVEMENTS OF THE AMERICAS TO THE DEFENSE MINISTERS

PDF - Das Organizações e Movimentos Sociais das Américas aos Ministros de Defesa

 

 

En ocasión de la X Conferencia de Ministros de Defensa de las Américas, que se llevará a cabo en Punta del Este entre el 8 y el 10 de octubre próximos, queremos señalar lo siguiente: 

 

En abril de este año, reunidos en Cartagena, Colombia, en la Cumbre de los Pueblos paralela a la Cumbre de las Américas, manifestamos nuestra preocupación por el aumento de la presencia militar de Estados Unidos en la región, situación que amenaza la soberanía de todos nuestros pueblos y el derecho a la paz que deben garantizar los Estados. 

 

En esta ocasión, las organizaciones y movimientos sociales de las Américas solicitamos a los gobiernos su compromiso proactivo en la desmilitarización del continente, lo cual implica, entre otras acciones: 

 

        la eliminación de las bases militares extranjeras del continente y el retiro de las tropas extranjeras que usan bases nacionales;

        la cancelación de los ejercicios militares conjuntos que se realizan según la doctrina y bajo la dirección del Pentágono;

        el cierre de la Escuela de las Américas, WHINSEC - Instituto de Cooperación para la Seguridad de las Américas;

        el cese del patrullaje de la IV Flota de la Marina estadounidense, a las costas y red fluvial de América Latina;

      el fin definitivo de la respuesta militar a la “guerra contra las drogas”,  lo cual causa anualmente miles de muertes -especialmente en Colombia, México y América Central-, y su reemplazo por una política pública integral, multilateral y con énfasis en las medidas de salud pública. 

 

Asimismo, urgimos a los Estados a revertir la tendencia a militarizar funciones del Estado que no competen a la Defensa y por ende al ámbito militar. Los Estados democráticos de Derecho tienen agencias especializadas e idóneas, de carácter civil,  para la atención humanitaria ante catástrofes naturales, el control de las migraciones o de las políticas de seguridad ciudadana.

Recordamos que las Fuerzas Armadas han sido concebidas y articuladas para la eventualidad de conflictos que involucran a otras naciones  y para eventuales enfrentamientos bélicos.

Ninguna de las situaciones mencionadas previamente pone en riesgo la soberanía nacional, por lo cual no hay razón alguna para que una institución estatal no preparada para ello, sustituya o complemente la atención en ámbitos de otras instituciones que sí han sido especialmente diseñadas e implementadas para hacerlo.

 

Rechazamos la política que, impulsada por EEUU, van adoptando algunos países, de  involucrar a las Fuerzas Armadas en asuntos de seguridad interna bajo el pretexto de las "nuevas amenazas", subsumiendo en este concepto fenómenos disímiles como el narcotráfico, la protesta social, la resistencia a la instalación de megaproyectos de infraestructura o a la extensión del agronegocio como modelo de desarrollo hegemónico. Los asuntos de seguridad interna son ámbitos de absoluta competencia de la Policía, por cuanto deben permanecer bajo su órbita,  con estricto control y apego al respeto de los derechos humanos. Ni las  Fuerzas  Armadas, ni la Policía deben ser usadas por los gobiernos para reprimir la protesta social. 

 

También enfatizamos muy especialmente la necesidad de revertir el aumento del gasto militar, muchas veces alentado por la presencia y la concreción de convenios de cooperación con Estados Unidos; diversas experiencias nacionales demuestran que el gasto público dedicado a lo militar, va en desmedro de los gastos sociales. Por lo anterior, creemos que la Cumbre de los Ministros de Defensa es una excelente ocasión para avanzar en una agenda hacia la desmilitarización de nuestro continente, en función de convertir a las Américas en un territorio de paz.  

 

Llamamos a los gobiernos a continuar y profundizar el apoyo social y económico a la República de Haití y a concretar el retiro total de las tropas de la MINUSTAH para el próximo período. La seguridad es un elemento multidimensional que debe materializarse en la perspectiva integral de los derechos humanos, por cuanto la ayuda a Haití no debe ser de carácter militar.

 

Con la misma convicción y postura de defensa de la soberanía nacional, la autodeterminación y el respeto a las instituciones de un Estado de Derecho con que rechazamos el golpe de Estado en Honduras, hoy rechazamos el golpe de Estado institucional en Paraguay. Así como llamamos la atención a nuestros Estados sobre la amenaza de reproducción de estas situaciones en otros países de la región, manifestamos que no es suficiente pronunciar el rechazo sino que es fundamental sostenerlo a través de acciones políticas; caso contrario, las situaciones y gobiernos ilegítimos, se naturalizan y terminan legitimándose por parte de la comunidad internacional.

 

En este sentido, queremos manifestar nuestra profunda preocupación por los hechos que vienen desarrollándose en la hermana República de Argentina; recordamos que la construcción democrática se profundiza en el ámbito del debate, la discusión y la confrontación de ideas y propuestas; no en el uso ilegítimo del poder para desestabilizar el Estado de Derecho. Nuestros países tienen una terrible y triste historia reciente sobre la cual debemos construir Memoria; ni los gobiernos ni los pueblos debemos permitir que vuelvan a ocurrir los horrores del pasado.

 

Finalmente, instamos a los Estados a prestar especial atención al proceso de diálogo anunciado en Colombia, que conduciría a la solución negociada del conflicto armado que se vive en ese país. La violencia desatada por dicho conflicto ha ocasionado miles de muertes, millones de desplazamientos forzados, graves violaciones a los derechos humanos y se ha convertido en un pretexto para justificar la intervención militar estadounidense en Colombia y en la región entera.  Por eso, su solución es necesaria, bienvenida, y sería un aporte importante a la estabilidad regional, la defensa de la soberanía así como un estimulo para fortalecer la integración regional.

 

Atentamente,

 

Atentamente,

 

Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz

Martín Almada, Premio Nobel Alternativo de la Paz

Claudio Capuano, titular de la Cátedra Libre de salud y Derechos Humanos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires

Ana Criquillion,  Directora Ejecutiva del Fondo Centroamericano de Mujeres (CAWF)

Diana Noy López, psicóloga, Uruguay

 

Agrupación de Familiares de Ejecutados Políticos (AFEP), Chile

Agrupacion Ex PP V Region - Chile

Associação de Favelas de São Jose dos Campos – SP-Brasil

Alianza Mexicana por la Autodeterminación de los Pueblos (AMAP)

Alianza Social Continental

Alliance for Global Justice, EEUU
Campaña América Latina y el Caribe, una región de paz: Fuera las bases militares extranjeras

Campaign for Labor Rights, EEUU

CEMIDA

Coalición No Bases, Colombia

Corporación de Promoción y Defensa de los Derechos del Pueblo, CODEPU, Chile

Comando Unitario Ex PP y Familiares - Chile

Comisión Ética Contra la Tortura (CECT), Chile

Comision Etica Contra la Tortura V Region - Chile

Comisión Justicia y Paz de la familia dominicana en Chile

Comité Oscar Romero, Chile

COMISEDE, Perú

Comunidad Ecuménica Martín Luther King, Chile

Convergencia de Movimientos de los Pueblos de las Américas-COMPA

Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras. COPINH

Coordinadora Nacional Ex PP - Chile

Coordinadora por la Lucha de los Pueblos - V Region. Chile

CTC-VZLA- Venezuela
Dialogo 2000 Argentina.

Fellowship of Reconciliation, EEUU

Grito de los Excluidos/as- Continental

Inserreccion Autonama/Honduras

Jubileo Sur/Américas

La Voz de los de Abajo

Llamamiento de los 100, Argentina

SERPAJ, América Latina

SERPAJ, Argentina

SERPAJ, Chile

SERPAJ, Paraguay

SERPAJ, Uruguay

Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Uruguay

Movimiento por la Paz, la Soberanía y la Solidaridad entre los Pueblos (Mopassol), Argentina

Nicaragua Network, EEUU

Nicaragua Center for Community Action (NICCA), EEUU
Observatorio por el Cierre de la Escuela de las Américas (SOAW)

Observatorio de medios en Derechos Humanos - Medios al Derecho / MAD - Colombia

Otros Mundos AC/Chiapas, México

Organización Fraternal Negra de Honduras- OFRANEH.

PAPDA, Haití

Proyecto CEIS - Colectivo de estudios e investigación social - Colombia

Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y Desarrollo (PIDHDD)

Red Mexicana de Acción frente al Libre Comercio (RMALC)

WRM (Movimiento Mundial por los Bosques)


 

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La declaración esta disponible en: http://www.fuerabases.org/site/noticias/campana/182-las-organizaciones-y-movimientos-sociales-de-las-americas-a-los-ministros-de-defensa.html

A LETTER FROM THE SOCIAL ORGANIZATIONS AND MOVEMENTS OF THE AMERICAS TO THE DEFENSE MINISTERS


On the occasion of the X Conference of Defense Ministers of the Americas to take place in Punta del Este, Uruguay, on October 8-10, 2012, we make the following statement:


When we met this year at the People’s Summit in Cartagena, Colombia, which paralleled the Summit of the Americas, we made public our concern with the increase in U.S. military presence in the area. This development threatens the sovereignty of our peoples and the right to peace that governments should guarantee.


At this moment, the social movements and organizations of the Americas request a proactive commitment by the governments to demilitarize the continent, which implies the following concrete steps, among others:

· The elimination of foreign military bases in the hemisphere and the withdrawal of foreign troops using local bases

· The cancellation of joint military exercises carried out under the aegis and doctrines of the U.S. Pentagon

· The closing of the School of the Americas, renamed WHINSEC-the Western Hemisphere Institute for Security Cooperation

· The cessation of coast and river patrols by the U.S. Fourth Fleet in Latin America

· A definitive end to the military character of the “war on drugs” --which is causing thousands of annual deaths, particularly in Colombia, Mexico, and Central America--, and its replacement by a multilateral, many-sided public policy with an emphasis on public health measures 


We also urge governments to reverse the tendency to militarize state functions that are not within the purview of Defense and the military. Democratic governments of law have civil agencies designed specifically to deal with humanitarian crises resulting from natural catastrophes, with migration control and the personal security of the citizenry. The Armed Forces have been designed to deal with conflicts involving other nations, conflicts that might develop into armed confrontations. None of the situations mentioned place national sovereignty at risk. Therefore there is no reason to use state structures designed for other purposes, to replace or complement the work of institutions specifically designed for those functions.


We reject the U.S.-driven policy being adopted in some countries of involving the Armed Forces in matters of internal security under the pretext of “new threats.” The alleged threats range from narco-trafficking to social protests, public opposition to infrastructure megaprojects and to an agribusiness model of economic development. Internal security is the absolute sphere of the Police, which should maintain control over such matters with strict respect for human rights. Neither the Armed Forces nor the Police should be used by governments to suppress social protest.


We emphasize the need to reverse the increase in military spending so often promoted by cooperation agreements with the United States. The experience of multiple nations reveals that spending for military purposes results in cutbacks in social programs. We believe that the Defense Ministers Summit constitutes an excellent opportunity to advance an agenda of demilitarization of the continent with the goal of making the Americas a region of peace.
Aid to Haiti should not have a military character. Security is a multidimensional issue which should include human rights as an integral component. We call upon the governments to continue and increase economic and social aid to the Haitian Republic and to finalize the complete withdrawal of MINUSTAH troops in the next stage of the mission.


We reject the institutional coup d’état in Paraguay much as we denounced the coup d’état in Honduras. We do so with the same conviction and respect for national self-determination, sovereignty and a government of laws. We sound the alert to our governments about the reoccurrence of these events in other countries in the region and the need to follow up public statements rejecting such episodes with concrete political measures. Otherwise illegitimate governments end up acquiring legitimacy in the eyes of the international community.


In this context we are profoundly concerned about recent events in Argentina. Let us not forget that building democracy is nourished by discussion and give-and-take, arguments and counter-arguments over ideas and proposals, not through the illegitimate use of power to disrupt a government of laws. Our countries endured a sad and terrible history in recent decades, a history that we must not forget; neither governments nor people should allow a return to the horrors of the past.


Finally, we urge the governments to pay special attention to the opening of a dialog announced in Colombia which would lead to a negotiated solution to the armed strife in that country. The violence unleashed by this conflict has caused thousands of deaths, millions of displaced people, and serious violations of human rights. It has become a pretext for U.S. intervention in Colombia and the entire region. The end of the armed confrontation would be a necessary and welcome contribution to regional stability and national sovereignty as well as to the strengthening of regional integration.


Das Organizações e Movimentos Sociais das Américas aos Ministros de Defesa

No contexto da X Conferência de Ministros da Defesa das Américas, que ocorrerá em Punta del Este (Uruguai) entre os dias 8 e 10 de outubro do presente ano, queremos destacar o seguinte:

Reunidos em Cartagena, Colômbia, em abril deste ano, na Cúpula dos Povos, paralela à Cúpula das Américas, manifestamos nossa preocupação pelo aumento da presença militar dos Estados Unidos na região, situação essa que ameaça a soberania de todos os nossos povos e o direito à paz que os Estados devem garantir. 

Nessa ocasião, as organizações e movimentos sociais das Américas solicitaram aos governos seu compromisso proativo na desmilitarização do continente, o qual implica, entre outras ações:

  • Eliminação das bases militares estrangeiras do continente e retirada das tropas estrangeiras que operam em bases nacionais;
  • Supressão dos exercícios militares conjuntos realizados segundo a doutrina do Pentágono e sob sua direção;
  • Fechamento da Escola das Américas, WHINSEC – Instituto de Cooperação para a Segurança das Américas;
  • Pôr termo à patrulha da IV Frota da Marinha estadunidense, às costas e redes fluviais da América Latina;
  • Acabar definitivamente com a resposta militar à “guerra contra as drogas”, que provoca anualmente milhares de mortes – especialmente na Colômbia, México e América Central -, substituindo-a por uma política pública integral, multilateral e com ênfases em medidas de saúde pública. 

Desta forma, demandamos urgentemente aos Estados que revertam a tendência a militarizar funções do Estado que não competem à Defesa e, por conseguinte, ao âmbito militar. Os Estados democráticos de direito possuem organismos especializados e idôneos, de caráter civil, para a atenção humanitária ante as catástrofes naturais, o controle das migrações ou as políticas de segurança cidadã.

Lembramos que as Forças Armadas têm sido concebidas e articuladas para a eventualidade de conflitos que envolvem outras nações e para eventuais enfrentamentos bélicos.

Nenhuma das situações mencionadas anteriormente põe em risco a soberania nacional, portanto, não há razão alguma para que a instituição militar, que não é preparada para isso, substitua ou complemente a atenção em âmbitos que correspondem a outras instituições que especificamente foram arquitetadas e implementadas para responder às situações apontadas acima.

Repudiamos a política impulsionada pelos EUA que alguns países estão adotando, de envolver as Forças Armadas em assuntos de segurança interna sob o pretexto das “novas ameaças”, incorporando a este conceito fenômenos diversos como o narcotráfico, o protesto social, a resistência à instalação de megaprojetos de infraestrutura ou a extensão do agronegócio como modelo de desenvolvimento hegemônico. Os assuntos referentes à segurança interna são âmbitos de absoluta competência da Polícia, portanto, devem permanecer sob sua órbita, com estrito controle e apego ao respeito dos direitos humanos. Nem as Forças Armadas, nem a Polícia devem ser utilizadas pelos governos para reprimir os protestos sociais.

Enfatizamos sobremaneira, a necessidade de reverter o incremento do gasto militar, estimulado muitas vezes pela presença e a execução de convênios de cooperação com os Estados Unidos; experiências em vários países demonstram que o gasto público dedicado ao militar, implica em detrimento aos gastos sociais. Por isso, acreditamos que a Cúpula de Ministros da Defesa é uma excelente oportunidade para avançar em uma agenda visando à desmilitarização do nosso continente, para converter as Américas em um território de paz.

Conclamamos os governos a continuar e a aprofundar o apoio social e econômico à República do Haiti e a concretizar a retirada total das tropas da MINUSTAH no próximo período. A segurança é um elemento multidimensional que deve se materializar na perspectiva integral dos direitos humanos, desse modo a ajuda ao Haiti não deve ser de caráter militar.

Com a mesma convicção e postura de defesa da soberania nacional, da autodeterminação e o respeito às instituições de um Estado de direito com que repudiamos o golpe de Estado em Honduras, hoje repudiamos o golpe de Estado institucional no Paraguai. Do mesmo modo como chamamos a atenção dos nossos Estados sobre a ameaça de reprodução dessas situações em outros países da região, expressamos que não é suficiente pronunciar o repúdio, mas também que é fundamental sustentá-lo através de ações políticas, caso contrário, as situações e governos ilegítimos acabam se naturalizando e se legitimando por parte da comunidade internacional.

Neste sentido, queremos manifestar nossa profunda preocupação pelos acontecimentos que estão se desenvolvendo na irmã República da Argentina; lembramos que a construção democrática se aprofunda no âmbito do debate, a discussão e a confrontação de idéias e propostas, não na utilização ilegítima do poder para desestabilizar o Estado de Direito. Nossos países têm uma terrível e triste história recente sobre a qual devemos construir Memória; nem os governos, nem os povos devem permitir que voltem a ocorrer os horrores do passado.

Finalmente, instamos aos Estados a prestar especial atenção ao processo de diálogo anunciado na Colômbia, que conduziria à solução negociada do conflito armado vivido nesse país. A violência desatada por dito conflito tem provocado milhares de mortes, milhões de deslocamentos forçados, graves violações aos direitos humanos e se converteu em um pretexto para justificar a intervenção militar estadunidense na Colômbia e em toda região. Por isso, sua solução é necessária, bem-vinda, e seria uma contribuição decisiva para a estabilidade regional, a defesa da soberania, assim como uma motivação para fortalecer a integração regional.

Atenciosamente: 

 

 

 

 

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