A los Presidentes de nuestros países de América Latina:
Queremos expresar nuestro rechazo a la continua presencia en
Haití de la Misión de Estabilización de la ONU, conocida como
MINUSTAH, y hacer una llamado a nuestros gobiernos para que
retiren todo el personal militar de esta supuesta operación de
paz.
Desde hace más de siete años, los
soldados de nuestros países han participado en una ocupación
militar injustificada e inmoral, que avanza la agenda de
potencias extranjeras y viola continuamente la soberanía y la
dignidad del pueblo de Haití.
En 2004 las tropas de la MINUSTAH
llegaron a Haití para apuntalar un régimen de facto. Durante el
período de intensa represión que siguió, la MINUSTAH llevó a
cabo incursiones violentas en diversos barrios, en una clara
estrategia de construcción del “enemigo”, centrada en la
persecución de las periferias pobres.
Desde el retorno a una democracia tutelada en el
año 2006, la MINUSTAH ha contribuido a violaciones de los
derechos políticos de los haitianos, sobre todo a través de su
respaldo al proceso electoral viciado en el que fue excluido el
partido político más popular de Haití.
En las últimas semanas, un caso de
violación involucrando tropas de uno de nuestros países
latinoamericanos ha levantado el velo sobre un patrón denso de
violaciones de derechos humanos - incluyendo numerosos casos de
violación y explotación sexual - que ha existido desde hace
años. Como resultado de un acuerdo que proporciona inmunidad
total a las tropas de la ONU, soldados de la MINUSTAH pueden
seguir cometiendo abusos con impunidad.
La MINUSTAH también ha agravado la crisis
humanitaria generada por el terremoto de enero de 2010 a través
de la introducción del cólera en octubre del año pasado. Debido
a la vigilancia laxa de los soldados entrando en Haití, tropas
de la MINUSTAH desataron una epidemia que ha matado a más de
5.000 haitianos y dejado a cientos de miles de personas
infectadas. Los expertos predicen que el cólera seguirá siendo
endémico en Haití por muchos años y dará lugar a miles de
muertes adicionales.
En los últimos días, ha habido una serie
de protestas populares pidiendo la salida de MINUSTAH y el
Vicepresidente del Senado de Haití, Jean Héctor Anacacis, ha
afirmado que “la MINUSTAH ha hecho más daño que bien al país.”
Aunque la MINUSTAH es profundamente impopular en Haití, cables
diplomáticos de EE.UU. hechos público por Wikileaks revelan que
funcionarios de EE.UU. consideran que la MINUSTAH es "una
herramienta indispensable en la realización de intereses básicos
de la política del gobierno de EE.UU. en Haití".
Es inconcebible que los gobiernos
latinoamericanos, entre ellos muchos que dicen defender valores
progresistas, sean los ejecutores de una agenda imperial en
Haití.
Es inconcebible que los ejércitos de nuestros países estén
directamente involucrados en la ocupación militar de un país que
fue una luz de esperanza y libertad para nuestros movimientos de
independencia en sus nacimientos, y prestó un apoyo esencial a
la campaña de Simón Bolívar por la liberación de América Latina.
Es inconcebible que nuestros países, que han sufrido tantas
agresiones extranjeras, estén ahora pisoteando la soberanía de
un país que ha experimentado un sinnúmero de intervenciones
brutales desde el día que rompió las cadenas de la esclavitud y
el colonialismo.
El 15 de octubre, el Consejo de Seguridad
tiene previsto emitir una resolución que renueva el mandato
anual de la MINUSTAH por séptima vez. Nuestros gobiernos de
América Latina no deben quedarse quietos y avalar esta decisión
como lo han hecho en el pasado. En lugar de simplemente apoyar
la recomendación del Secretario General de la disminución del
número de tropas a los niveles de antes del terremoto, nuestros
gobiernos deberían exigir que se establezca firmemente un
cronograma para una retirada rápida de las tropas extranjeras en
Haití. En su defecto, los gobiernos deben comenzar a retirar las
tropas de manera unilateral y dejar de involucrar a nuestras
naciones en un proyecto criminal e imperialista.
Se gastan casi $800 millones de dólares
anualmente en la MINUSTAH. Hacemos un llamado a nuestros
gobiernos para que empiecen a retirar sus tropas de esta misión
y que se dediquen a asegurar que estos fondos sean reinvertidos
en la lucha contra el cólera y en otros proyectos urgentes para
ayudar al pueblo haitiano a enfrentar la grave crisis
humanitaria en curso.
Ya es hora de sacar nuestros soldados y policías de Haití y
mostrar nuestra verdadera solidaridad con este país hermano al
que le debemos tanto.
Atentamente,
Adolfo Pérez Esquivel, Premio Nobel de la Paz (Argentina)
Martín Almada, Premio Nobel Alternativo de la Paz (Paraguay)
Juan Gelman, escritor (Argentina)
Eduardo Galeano, escritor (Uruguay)
Frei Betto, escritor (Brasil)
Pedro Casaldaliga, religioso y escritor (Brasil)
Elsie Monge, Directora Ejecutiva Comisión Ecuménica de Derechos
Humanos, (Ecuador)
Alicia Lira, Presidenta de la Agrupación de Familiares de
Ejecutados Políticos (Chile)
Alejandra Arriaza, abogada derechos humanos, Observadores por el
Cierre de la Escuela de las Américas (Chile)
Hugo Gutiérrez, abogado derechos humanos, Diputado de la
Republica de Chile (Chile)
Patricio Véjar, Comunidad Ecuménica Martin Luther King (Chile)
Markus Sokol, miembro del Directorio Nacional del Partido de los
Trabajadores (Brasil)
Xavier Albó, religioso, investigador en CIPCA (Bolivia)
Hugo Blanco Galdós, ex líder campesino (Perú)
Alberto Adrianzén Merino, parlamentario andino (Perú)
Raul Zibechi, escritor y periodista (Uruguay)
Alberto Franco, religioso - Secretario Ejecutivo de la Comisión
Intereclesial de Justicia y Paz (Colombia)
Abuelas de Plaza de Mayo (Argentina)
Víctor Valle, educador universitario (El Salvador)
Mario Domingo, defensor de derechos humanos (Guatemala)
Bertha Oliva de Nativí, Premio Tulipán por los Derechos Humanos
2010; Coordinadora General del Comité de Familiares de
Detenidos-Desaparecidos en Honduras, COFADEH, (Honduras)
Roy Bourgeois, sacerdote maryknoll, fundador de SOAW (Estados
Unidos)
HIJOS (Guatemala)
Servicio Paz y Justicia, SERPAJ América Latina.
School of the Americas Watch, SOAW.
Comisión Ética Contra la Tortura (Chile)
Servicio Internacional Cristiano de Solidaridad con los pueblos
de América Latina “Óscar Romero” SICSAL